Las catas en el subsuelo de San Antón revelan que hubo una sinagoga. En España es el segundo caso tan evidente.
Poco a poco los enigmas que esconde la ermita de San Antón de Híjar se van disipando. Ya se conocen los primeros resultados de las catas realizadas en apenas dos semanas de enero y corroboran que, efectivamente, el actual edificio se asienta sobre una sinagoga judía.
«En España solo hay dos sinagogas medievales con signos tan evidentes. Después de la de Lorca (Murcia), la de Híjar es el ejemplo más claro». Son las palabras de Antonio Hernández, el arqueólogo director de las catas que, sin dudar, afirmó que «estamos ante un hallazgo de importancia internacional».
Las evidencias se basan en el hallazgo de la base de la bimá, la tribuna desde la que se leía la Torá. Se conservan, además, dos de los cuatro apoyos de pilares sobre los que se elevaba la propia tribuna. Era sobreelevada para facilitar la audición y visibilidad y se eliminó cuando se cristianizó el templo. Este era el elemento de mayor interés y acabó teniendo una gran carga simbólica y social.
La ermita, cuyo techo del campanario se hundió en 2010, iniciará su restauración en breve. En el Congreso Internacional de Patrimonio Judío impulsado por el Centro de Estudios del Bajo Martín en octubre, se puso de relieve la necesidad de acometer catas previas para evitar la pérdida de ningún elemento de valor con las obras.
«A comienzos de los 2000 se hicieron algunas catas que ya apuntaban a la presencia de restos. Fueron muy superficiales y era necesario profundizar», añadió. Hernández pertenece a Acrótera, una empresa especializada en gestión de patrimonio. Trabajó en Híjar con un equipo integrado por el arqueólogo de apoyo, Jesús Franco; la especialista en fotografía, Cristina Bazán; y el historiador hijarano, Almuayad Royo.
Después de entregar el informe preliminar a Suelo y Vivienda para que el Gobierno de Aragón pueda continuar con los trámites de las obras de la próxima restauración, actualmente se centra en cerrar la memoria científica. Otro paso inmediato será publicar el hallazgo en revistas especializadas a nivel nacional e internacional.
No obstante, lo encontrado no se queda ahí. Bajo los restos de la sinagoga se han detectado hallazgos de época romana. «Soy escéptico respecto a las previsiones porque hasta que no abres no sabes lo que hay. De hecho, esto no nos lo esperábamos porque en los archivos de DGA no existe constancia de presencia romana en el casco urbano», añadió.
Almuayad Royo que, además de historiador, es presidente de la Asociación Cultural Alantansi, creada para proteger el legado judío, trabaja actualmente en el estudio del único documento que acredita la presencia de una sinagoga en Híjar.
Está escrito en latín y data de 1410. «Se trata de una licencia de obras solicitada para ampliarla, por lo que nos encontramos con una sinagoga anterior a esa ampliación y con otra posterior», destacó.
Es fundamental esta división ya que el próximo paso será tratar de averiguar si el actual edificio se levantó nuevo en el siglo XVI o por el contrario, pertenece a la sinagoga del siglo XV.
¿En qué época datar la ermita?
Este hallazgo guiará y acotará el plan de restauración para conservar los restos. No obstante, los especialistas coinciden en afirmar que durante las obras deberá haber una protección de muros, paredes y techos para ver si la ermita es nueva o es la sinagoga reconvertida.
En este sentido, Royo señaló a la Casa del Rabí y a la hipótesis que mantiene desde hace tiempo. «Tanto la casa como la ermita son dos estancias pero realmente, un solo edificio porque ambas estaban intercomunicadas a través de puertas además de tener una interacción», explicó y añadió que la sinagoga era algo más que un lugar de culto.
«Eran lugares de reunión que solían tener un patio, las aulas para las escuelas talmúdicas, almacenes para guardar el aceite que elaboraban con un ritual específico,… Estamos hablando de una serie de estancias y eso es lo que hay que averiguar», añadió y destacó el papel de un muro en especial, el colindante con la Casa del Rabí.
El hijarano también destacó la relevancia de que durante las obras se descubran más detalles, como por ejemplo, que se abran las ventanas cegadas con yeso que podrían esconder algún tipo de moldura.
Apuesta por recuperar el patrimonio
La restauración de la ermita de San Antón se anunció en el Congreso Internacional de octubre. Las dos poblaciones que acogieron las actividades por ser las que conservan un mayor legado fueron Albalate del Arzobispo e Híjar. Para las obras, el Ayuntamiento de Híjar destinó una inversión total de 370.000 euros procedentes del FITE.
El primer edil, Luis Carlos Marquesán, destacó entonces la importancia de conservar los restos que pudieran encontrarse y habló incluso de crear una ruta específica. «No tenemos ni playa ni montaña pero sí un patrimonio judío que debemos potenciar unidos entre todas las instituciones», dijo.
A falta del informe definitivo, desde el Ayuntamiento celebran la relevancia de los hallazgos. «Corroboran el pasado judío del pueblo y con una importancia que supone un espaldarazo mayor del que esperábamos al proyecto futuro que incluye reformar todo el barrio», valoró el alcalde, que destacó la necesidad de que todas las administraciones trabajen de forma integrada. «Revitalizar el barrio y atraer a turismo especializado repercutirá más allá de Híjar», concluyó
Cabe destacar que entre DGA y Universidad San Jorge se está elaborando una web de juderías de Aragón, además de la propia Red en la que trabaja el Ejecutivo Autonómico. Ya se han realizado algunas visitas a los últimos hallazgos y no se descarta alguna más con motivo de la presentación de la relevancia de lo encontrado.
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