Alabastro, Arte y Decoración (ALARDE) es la empresa impulsada por 5 emprendedores para alabastro y arenisca.
Cruzar la puerta del Centro integral del Alabastro en Albalate es acceder a un mundo en el que las dosis de ilusión y realismo se equilibran. José Manuel de Andrés (39 años), Jessica Deza (43) y Jaime Gascón (44) conocieron la palabra emprendimiento hace años y por eso saben mantener los pies en el suelo. Eso sí, las dosis de ímpetu y pasión en cada encargo están aseguradas.
Hace cinco meses fundaron Alabastro, Arte y Decoración (ALARDE), una empresa gestada en el Taller de Empleo de la Comarca del Bajo Martín en el que participaron José Manuel y Jessica el año pasado. El hijarano y la urreana tuvieron claro que aquello debía seguir. No se han desligado porque mientras inician su empresa con trabajos en varios pueblos, comparten nave con el actual Taller.
En su edición aprendieron los usos artísticos del alabastro y el trabajo con piedra arenisca y son las dos vertientes que trabajan. «Nuestro valor añadido es que todo lo hacemos a mano por lo que no hay dos piezas iguales», explica Deza.
Hace una semana colocaron en una plaza de Castelnou unas pilas (o vaciones) para fuente que realizaron en arenisca, material en el que pretenden hacer hincapié. «Apenas se trabaja en esta zona y pensamos que puede ser un buen nicho de mercado», añade José Manuel.
No dudan al decir que el objetivo final es la satisfacción del cliente y destacan la unión de sinergias con el resto de gremios. «Si nos piden un trabajo que no podemos realizar, lo derivamos a otra empresa de la zona. De hecho, ya nos ha pasado», cuenta Jessica. Destacan que, al tiempo que trabajan, ellos continúan aprendiendo. Por ello, además pretenden solicitar un nuevo curso al Inaem.
Equipo completo y multidisciplinar
«Para mí lo más importante en un proyecto es el equipo humano y este es muy bueno». Jaime Gascón es albalatino y el alabastro le hizo regresar al pueblo. El equipo lo complementan la poblana Nuria Esteban (41 años), que aunque fisioterapeuta de profesión, «tiene unas manos exquisitas para el arte figurativo» que demostró también en el Taller, y el joven de 25 años Santiago Elías.
Ha terminado Arquitectura y procede de Urrea de Gaén. Aunque todos intervienen en todo, cada uno tiene su papel. En el momento de estudiar un encargo todos diseñan y se ponen en común. «O si diseña uno, el resultado final pasa por todos», aclaran. Los presupuestos también se acuerdan y al final es Santi quien da las pautas de si es viable hacerlo con las medidas y proporciones sobre la mesa.
Cabe destacar que en el impulso tuvieron que ver varios factores. El primero, que no son empresa como tal, sino que pertenecen a la sociedad cooperativa a nivel europeo llamada Smart Ibérica. Desde allí se lleva toda la parte burocrática por lo que todo su tiempo es para trabajar. «Adelantar el capital para empezar por el modo habitual era inasumible y de este modo no ha sido necesario», dicen.
Por otro lado, se sumó el apoyo institucional de ayuntamientos de la zona. «La ayuda del alcalde de Albalate ha sido crucial. No se lo pensó para cedernos la nave dos años», agradecen.
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