El 95% de los establecimientos podrían verse afectados negativamente con este plan
El Matarraña muestra su rechazo a la nueva regulación turística recogida en el borrador que el Gobierno de Aragón ha redactado y que actualmente se encuentra en periodo de alegaciones. La institución comarcal, la Asociación de Empresarios y una treintena de empresarios turísticos a título personal presentaron el jueves varias alegaciones al texto en el pleno de caracter extraordinario y urgente celebrado en la sede de la comarca en Valderrobres.
La sesión puso de manifiesto la gran preocupación y malestar del sector turístico del Matarraña ante lo que calificaron de grave amenaza al tipo de establecimiento de turismo rural que ofrecen los 18 municipios que conforman la comarca matarrañense. Las enmiendas de urgencia fueron aprobadas por unanimidad de todos los grupos políticos y se dio además voz a los más de 30 empresarios turísticos que allí se dieron cita y que firmaron las enmiendas presentadas en la sede comarcal.
Institución comarcal en bloque y empresarios denunciaron multitud de medidas concretas que a su juicio, pondrían en peligro el 95% de los establecimientos hosteleros del Matarraña.
Algunas de ellas como mantener una recepción 24 horas al día, poseer obligatoriamente bañera, contar con un servicio diario de cambio de sábanas y mantener el servicio un mínimo de 16 horas por jornada, además fueron calificadas de «imposibles» en un medio rural en el que la gran parte de los días no se llega a elevados niveles de ocupación. Empresarios e institución comarcal acusaron a DGA de «no haber tenido en cuenta» la opinión de los empresarios turísticos materrañenses a la hora de redactar el borrador y alegaron que el documento no se ajusta al día a día de poblaciones de menor tamaño y recordaron que en el Matarraña ni si quiera la capital, Valderrobres, llega a los 3.000 habitantes. Asimismo mostraron su frontal oposición a lo que calificaron de unas medidas «homogéneas» y que no tienen en cuenta las diferencias entre hoteles situados en una ciudad como Zaragoza y un establecimiento en un municipio pequeño o situado en una zona forestal alejada de cualquier núcleo urbano.
Denunciaron desde la imposibilidad de instalar ascensores en emplazamientos históricos, hasta el establecimiento de una altura mínima de los techos, por lo que manifestaron su rechazo a lo que calificaron como un «atropello» al urbanismo y a la integridad misma de los edificios históricos en los que se sitúan muchos de los establecimientos. Solicitaron además una revisión de los criterios de Hotel Rural y Monumento, que en el actual borrador quedan muy circunscrito a casos muy determinados. Otra de las medidas que recoge dicho borrador, es la obligatoriedad de que las viviendas y establecimientos rurales posean una escalera con una anchura mínima de 1,20 metros. La preocupación es evidente entre los empresarios.
Afirman que se les ha transmitido que se tendrán en cuenta sus demandas y que, en cualquier caso, muchos de los casos entrarían en el capítulo de excepciones. Sin embargo, demandan, no desean ninguna «dispensa» o «excepción» si no poder desarrollar su trabajo con normalidad. «Nosotros seguiremos luchando para que se conozca la importante labor que hacemos desde el mundo rural para ofrecer un turismo de calidad», manifestó por su parte Jose Antonio Higueras, presidente de la Asociación de Empresarios del Matarraña.
Empresarios y consejeros comarcales así como el equipo de Gobierno calificaron el borrador de «irreal» y mostraron su rechazo a unas medidas que, a su juicio, denotan «desconocimiento» de la realidad del turismo en el Matarraña y en otras comarcas rurales aragonesas. «Esta propuesta no se ajusta a la realidad de las zonas rurales, aquí siempre se ha apostado por un turismo sostenible. Hay zonas muy turísticas como los Pirineos y supongo que se habrán fijado en ese tipo de turismo», manifestó Rafael Martí, presidente de la Comarca del Matarraña.
En cualquier caso desde el territorio se confía en que las alegaciones presentadas al plan surtan su efecto y del mismo modo «Confío en que se incorporarán las alegaciones que hemos planteado desde el Matarraña y desde otras muchas comarcas; aquí se ofrece un servicio de calidad y respetuoso con el medio y la arquitectura», añadió Martí.