El 28 de febrero acaba el período y el siguiente será para septiembre
El 28 de febrero vence el plazo para que aquellos interesados en el primer tramo de las ayudas LEADER presenten sus solicitudes.
Los proyectos subvencionables se dividen en tres tipos: los productivos, los de cooperación entre particulares y los no productivos. Los productivos pueden ser aquellos que contemplen la mejora de la accesibilidad a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) así como su uso en las zonas rurales, para agentes privados. También la mejora de la competitividad de las PYMES o la producción de energías renovables para autoconsumo y eficiencia energética de empresas.
En los no productivos se incluyen las mejoras de la accesibilidad a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) así como su uso en las zonas rurales, para entidades públicas locales y sin ánimo de lucro. También la eficiencia energética en entidades públicas locales y sin ánimo de lucro. Incluye aquellas inversiones y acciones de formación y divulgación en relación con la conservación y protección del medio ambiente o las relacionadas con el cambio climático. Por otro lado, se contemplan las inversiones materiales para la creación de empleo, así como acciones formativas en materia de empleo, espíritu emprendedor, creación de empresas y adaptación de los trabajadores, las empresas y los empresarios al cambio. También la infraestructura social.
Un amplio abanico de posibilidades
El plazo es el mismo para todos los grupos LEADER de todas las comarcas. Desde el Grupo LEADER Bajo Aragón y Matarraña, explicaron algunos ejemplos según su estrategia. Así pues, los no productivos enfocados en infraestructura social podrían ser la creación de un plan estratégico de infraestructuras sociales, crear nuevas y mejorar las existentes, bajo una lógica de gestión comarcal de los recursos como son centros de día, residencias, centros especiales de empleo, guarderías y casas canguro. Impulsar un plan de rehabilitación de viviendas que recupere los cascos antiguos y que facilite el acceso a la vivienda a jóvenes y familias nuevas a través de la coordinación público – privada. Inversiones que generen empleo para personas con discapacidad o crear una red de Casas de Juventud, entre otras.