La ilusión, la devoción, la cultura y la costumbre ha regresado a Caspe de la mano de su ilusionante y esperanzadora Semana Santa en el mes de abril de este 2022. Lo ha hecho además, como ya saben, tras no poderse celebrar ni en 2020 ni en 2021, lo que hace que la de este año sea todavía más esperada por todos los vecinos, especialmente por los casi 1500 cofrades caspolinos que la viven en primera persona desde dentro con gran devoción. Claro está que sin ellos, y sus procesionamientos a lo largo de los siete días de celebración, todo lo que rodea a esta Semana Santa no se podría llegar a entender de ninguna manera… Además, en este caso, el retorno será ya idéntico -o dentro de lo que cabe muy similar- a lo que marca la tradición después de que en su última edición, allá por 2019, algunas de las procesiones se viesen obligadas a cambiar el trayecto debido a algunas obras en el casco urbano del municipio.
Por entonces, vieron alteradas su itinerario fueron la del Vía Crucis del Domingo de Ramos (que en lugar de pasar por la calle San Roque, Lon y Lafuen, pasó por el Fayón Alto, Compromiso y Pellicer); la procesión del Silencio del Miércoles Santo (que alteró su paso de la calle Lon y Lafuén, a la calle Hilarza, plaza Matea, San Antonio, Calle Nueva, y Fernando el Católico) y la de del Descendimiento del Jueves Santo, que en lugar de recorrer las calles San Francisco, plaza Matea, Hilarza, San Roque, Lon y Lafuén, lo hizo por la calle Nueva y Fernando el Católico. Eso sí, todo ello es ya agua pasada. «Es cierto que en el 2019 hubo algunas variaciones en los itinerarios pero fue por obligación debido a las obras que había en el centro. En este año todos los recorridos, según marca la historia, recuperan los trayectos habituales«, detalla Marcos Sánchez, presidente de la Coordinadora de Cofradías en Caspe.
Así pues, ya en el presente, y como la tradición manda, la Cofradía de la Burreta fue la primera en ponerse en escena. Lo hizo este pasado Domingo de Ramos con la procesión que lleva el mismo nombre que la Cofradía. Tras ella, ya por la tarde, fue el turno de La Oración que protagonizó la procesión del Prendimiento para iniciar, poco después, la del Vía Crucis.
Tras esta primera jornada, se han ido sucediendo varias procesiones a lo largo de los días festivos. Sin ir más lejos, ya en Lunes Santo, desfiló la Cofradía de la Columna en la procesión de la Sentencia a través de la cual se escenifica la Reflexión de la I Estación en el pórtico de la Colegiata.
Y de esta forma se ha llegado hasta este Martes Santo, día en el que si la lluvia lo permite, llegará el momento la Virgen de los Dolores y del Nazareno, que procesionarán por diferentes itinerarios en la procesión del Encuentro y que reunirá a La Dolorosa y Los Nazarenos en Plaza España.
La siguiente, en la tarde noche del Miércoles Santo, será la Procesión del Silencio, que recorrerá el casco histórico de la Ciudad del Compromiso de mano de la Cofradía del Cristo, eso sí, haciendo parada en las cinco ermitas caspolinas (La Balma, Santa María Magdalena, San Indalecio, Monserrat y San Roque). Asimismo, ya en Jueves Santo, llegará el gran momento para todos los cofrades de la Piedad, en la procesión del Descendimiento. Finalmente, el Viernes Santo, entrarán en liza las dos últimas cofradías por salir, es decir, la de la Vera Cruz y la del Santo Entierro.