La Val de Zafán es recorrida anualmente por miles de personas ya sea en bicicleta o caminando a lo largo de sus 130 kilómetros. Recorren la vía verde que transcurre por lo que un día fueron vías de tren que unieron La Puebla de Híjar con Tortosa en una línea que quedó clausurada de forma oficial el 17 de septiembre de 1973. El derrumbe de un túnel dos años antes en la localidad catalana de Bot bastó como excusa para clausurar una línea que nunca lo tuvo fácil ni en su construcción, ni después para funcionar. Se cumplen pues 50 años del final del ferrocarril de la Val de Zafán, también conocido como ‘Sarmentero’, la ‘Torica’ o el ‘Tortosino’, que unía La Puebla con Tortosa en una línea que correspondía al engarce Zaragoza-Alcañiz-Tortosa prolongables.
El proyecto de la línea data de 1863, fecha en que se registra una solicitud en las Cortes para unir el Bajo Aragón con San Carlos de la Rápita ya en el mar Mediterráneo. Esta prolongación nunca se ejecutó, pues terminó en Tortosa, y llegar al mar es hoy también el objetivo como vía verde. Ni definir el trazado, ni llevar a cabo las obras -con una ingeniería nada sencilla plagada de túneles y puentes que hoy quedan-, ni mucho menos su funcionamiento, resultaron temas sencillos en la historia de esta línea. En 1879 se inauguró el tramo Zaragoza-La Puebla, un año después se aprueba su continuación y fue el 23 de octubre de 1881 cuando el rey Alfonso XII puso la primera piedra de la Val de Zafán. Tras varias paralizaciones de los trabajos, en 1895 entra en servicio el tramo La Puebla-Alcañiz, y en 1941 el resto hasta Tortosa, hasta el cierre en el 73. El estallido de la Guerra Civil dejó huella en su trazado.
El tren fue el motor de desarrollo económico y social del Bajo Aragón en una época en la que las comunicaciones por carretera no eran excesivamente fáciles. Tuvo su época de esplendor en la década de los años 50 del pasado siglo XX combinando transporte de pasajeros y el de mercancías -e incluso correos- generando un tráfico de máquinas fluido. Esta probada rentabilidad social no importó para decretar el cierre, un momento que ya se rumiaba entre las autoridades del momento desde finales de los años 60 achacando los motivos a que no era rentable económicamente. Con el derrumbe en Bot en 1971 se presentó la ocasión y la clausura supuso que localidades clave como Alcañiz ya no volviera a disponer de conexión ferroviaria.

Con la conversión a vía verde quiere ser un motor turístico y en zonas con más experiencia como Cataluña o el Matarraña lo está siendo. No obstante, siguen los trabajos de mejora y mantenimiento, ya que las viejas estaciones en algunos casos se han rehabilitado como albergue, como por ejemplo, en Cretas. Desde el Km. 0, en La Puebla de Híjar, la localidad ya acondicionó su tramo y sigue realizando mejoras e ideando nuevos proyectos en su estación y el trazado, mientras que en Alcañiz todavía queda pendiente su arreglo como camino natural para que los 130 kilómetros queden completos al senderismo y ciclismo.
La Val de Zafán siempre ha despertado la curiosidad de muchos, especialmente de los amantes de los trenes o de quienes viven en los territorios que atravesaba. Las historias en torno a ese tren se acumulan en las casas, donde todavía se recuerda el paso o haber montado en el ‘Sarmentero’. Son muchas las publicaciones que se han ido editando a lo largo de los años y este 2023, coincidiendo con el 50 aniversario de la clausura del tren, han salido a la luz algunas más. La Val de Zafán protagonizó ‘Quedaran les paraules’ en Valdeltormo con la lectura de ‘Tren de Val de Zafán’ coordinada por Juli Micolau y Chuse Argüés; por otro lado, el cretense Juan Luis Camps, coordina y escribe otra publicación que recaba diferentes relatos y recuerdos de esos años, y otro es el libro de Juan Carlos Juárez Giménez. El catalán vinculado a Beceite ha escrito la ‘Historia del ferrocarril. De un camino de hierro a una vía verde’, a modo de estudio pormenorizado de su historia con datos, mapas, fotografías y anotaciones que hacen del libro una guía que llevar encima de consulta.
La prensa, como por ejemplo La COMARCA desde su fundación en 1987, ha ido plasmando el devenir de esta línea desde la retirada de las vías hasta los pasos que se van dando en la actualidad como vía verde. Lo último, el proyecto de vías verdes que se plantea a nivel autonómico con proyección europea para facilitar, entre otras cosas, el mantenimiento y gestión de estos senderos por los que cada año y cada vez más circulan miles de personas.
Una auténtica pena. Con el papelón que nos haría ahora!!
muy buen trabajo.Enhorabuena
La próxima que cerrarán la de Caspe.
Como nos toman el pelo los políticos estos del PPSOE !!!!!