El 2021 se recordará como un año de constante cambio. Restricciones, confinamientos, vacunas y una pandemia que sigue su camino condicionando el de cada uno. Convivir con un virus que ha estado presente en todos aquellos momentos que hemos querido guardar en nuestra retina.
En enero los Reyes Magos volvían a la calle para acercarse a los más pequeños y el personal sanitario empezaba a recibir las primeras dosis de la vacuna. Ilusión y esperanza con el telón blanco que tejió Filomena de fondo.
El inicio de un nuevo camino llegaba con las obras de la A-68, se escribía un nuevo capítulo en la historia de la Central Térmica de Andorra con el inicio del desmontaje y el I.E.S. Matarraña celebraba su 20 aniversario de los grados de hostelería.
Eventos cancelados y otros nuevos. Cretas rediseñaba su tradicional feria y Caspe cumplía con su Compromiso. Calanda ofrendaba a su patrona la Virgen del Pilar. Y Monroyo pudo llevar a cabo de nuevo su feria.
Un trocito más de historia se desvelaba en Alacón y en el Palao de Alcañiz.
Sobre dos o cuatro ruedas, Motorland Aragón volvía a disfrutar, repleto de aficionados, de los mejores pilotos del mundo. Entre ellos, la familia Fittipaldi visitó las instalaciones. Por su parte Laura Aparicio demostró que Alcañiz y el motor son uno.
A dos ruedas se pedaleó en Urrea de Gaén con la Sesé Bike Tour. Las mejores voleas y remates del pádel mundial se vieron en el TAU Cerámica Calanda Challenger Trofeo Ciudad de Alcañiz. Y los calandinos apostaron firme por el deporte junto a la figura de Vicente del Bosque y Mireia Belmonte.
Tierra de arte y crisol de culturas al son del redoble de un tambor y a golpe de bombo. A la precisión del corte del alabastro. Al toque en Santa Cecilia. A la rumba de Guitarricadelafuente resonando en el Maestrazgo. A la huella de Buñuel y otros grandes personajes. Al toque de la nueva campana de Valdealgorfa. A los mil y un sonidos de un territorio vivo y vivaz que está ya listo para recibir al nuevo año.
¡FELIZ 2022!