¿Qué ocurrirá este domingo? El 10- N están llamados a las urnas 1.019.743 aragoneses, 983.097 residentes en España y 36.646 en el extranjero. Son 1.154 más que en las elecciones de abril, cuando el censo ascendió a 1.018.589. La despoblación vuelve a hacer mella en la provincia de Teruel, en la que el censo cae de 107.734 votantes a 107.464 en estos seis meses.
Se trata de la cuarta cita con las urnas en cuatro años y la segunda este 2019 por lo que los partidos luchan por hacer frente al desencanto y al astío de la sociedad. Los grandes mítines a los que solo acudían los cargos públicos, afiliados y simpatizantes han quedado en segundo plano al igual que el reparto del tradicional merchandising. Los partidos han agudizado el ingenio saliendo a la calle y empleando las redes sociales. Vídeos, noticias y fotografías han inundado estos días los perfiles de Facebook, Twitter e Instagram de los partidos y de los candidatos y sus compañeros de la zona.
Resultados de la encuesta
Según la última encuesta de A+M para Heraldo, el 10-N el PSOE mantendría su hegemonía política en Aragón y podría lograr los seis diputados, uno más que el 28-A, al conservar un escaño en Teruel (el de Herminio Sancho), tres en Zaragoza, a costa de dejar a Pablo Echenique (UP) fuera del Congreso, y dos en Huesca, al arrebatar a Cs el suyo. El PP confirmaría su recuperación al sumar cuatro diputados, uno más por Zaragoza, con un 25,6% de los votos, 14 puntos más que Ciudadanos, que solo retendría uno de sus tres escaños actuales (perdería el de Joaquín Moreno). Vox se convertiría en la tercera fuerza política más votada de Aragón, Unidas Podemos podría quedarse sin su representante por Zaragoza y Teruel Existe llegaría al Congreso de los Diputados. El sondeo, que se realizó del 28 al 31 de octubre, revelaba, además, que PSOE, PP y Vox habrían ganado apoyos en la comunidad tras los disturbios en Cataluña por la sentencia del «procés» y la exhumación de restos de Francisco Franco, y que el partido de Albert Rivera sería el más castigado.
La España vaciada, sin bipartidismo
La España Vaciada ya dio un toque de atención a los partidos tradicionales en abril rompiendo con el bipartidismo por primera vez en la historia de la democracia. Al igual que en Teruel, en otras provincias despobladas con tres escaños en juego Cs irrumpió con fuerza terminando con la tradicional hegemonía de PSOE y PP, quienes se repartían los diputados dependiendo de para qué partido soplaban los vientos a favor en todo el país. No obstante, los sondeos dan a la formación de Albert Rivera una gran bajada restándole diputados por toda España y a VOX una importante subida que podría convertir a la formación de extrema derecha en el tercer partido más votado tan solo por detrás de PSOE y PP.
En abril no solo Teruel rompió el histórico bipartidismo, también Guadalajara, Zamora, Huesca y Ávila. Las únicas provincias pequeñas que siguieron siendo siendo bicolor son Cuenca, Soria, Ourense y Lugo. Y es que más de la mitad de los escaños que ganó Cs los logró en el medio rural, que ha pasado de no tener representación en el medio rural a sumar 13 diputados. Las 19 provincias españolas con menor población suman 66 escaños, de los que el PSOE obtuvo en abril 27 diputados(ocho más que en 2016) y el PP 20 (-16).
¿Qué pasó en abril?
En los anteriores comicios el PSOE fue el ganador en Teruel dando un vuelco a los resultados considerable, superando en 7.000 votos al PP, que se hundió perdiendo en torno al 40% de sus votos. Aunque el porcentaje de participación fue mucho mayor, del 77% frente al 69,42%; los bloques seguían estando muy claros y lo que hubo es un trasvase de votos dentro del mismo espectro ideológico que se prevé que el domingo se revierta. La izquierda sumó entonces el 43,31% de los sufragios frente al 43,09% de 2016; y la derecha convenció al 54,18% de los que fueron a votar-un 54,44% en los anteriores comicios-aunque con una fuerte irrupción de Vox y con Cs claramente enmarcado en el centro-derecha.
El porcentaje de voto socialista, un 32,74%, fue un punto superior al de todo Aragón, que se situó en el 31,73%. En cuanto a los populares, el porcentaje en la provincia, un 23,78%; fue superior a la media de Aragón (18,93%) aunque la caída fue mayor. Sin embargo, al contrario que en la comunidad, sí que evitó el sorpaso de Ciudadanos, del que se quedó a 4 puntos. El PP tampoco supo rentabilizar en el Bajo Aragón Histórico que era el único partido con un cabeza de lista bajoaragonés. Tan solo ganó en una cabecera de comarca, Cantavieja, con un voto tradicionalmente muy conservador; y en la localidad de Alberto Herrero, Calanda. El crecimiento de los naranjas del 56,5% les permitió colarse formando un tridente.