La Dirección General de Tráfico puso en marcha el pasado lunes una nueva campaña especial de vigilancia para controlar la seguridad de los vehículos de transporte escolar. En el Bajo Aragón Histórico 5 agentes ha supervisado que los autobuses que realizan las rutas escolares de Andorra, Alcañiz y Valderrobres cumplían con todos los requisitos.
El periódico La COMARCA ha acompañado a la patrulla de la Guardia Civil del destacamento de Tráfico de Alcañiz en el control que ha realizado en la capital del Matarraña este viernes por la mañana.
Lo primero que se ha comprobado es que los usuarios del transporte llevaban el cinturón de seguridad a su llegada al centro escolar. «Tratamos de concienciar a los propios usuarios, en este caso los escolares, de la importancia de usar este elemento», ha señalado el sargento Pedro Izquierdo, jefe de destacamento de Tráfico de Alcañiz.
Una vez que los alumnos han bajado del autobús los agentes han realizado un control de alcohol y drogas a los conductores de los mismos. Y tras comprobar que los resultados de estos test eran negativos se ha procedido a la revisión del interior y exterior de los vehículos. «Nos aseguramos de que el servicio se realiza con las garantías y condiciones de seguridad máximas», ha asegurado el sargento Izquierdo.

Los agentes con formación específica en transporte han comprobado que las condiciones técnicas y los elementos de seguridad de los vehículos cumplían con la normativa. Algunos de estos elementos eran que el vehículo tuviera el botiquín con todo lo necesario, el martillo rompe cristales, la señalización de emergencia o los extintores. También se comprueba los aparatos de medición instalados en el vehículo o tacógrafo. «Este elemento nos permite comprobar si existe alguna anomalía en la condición o si hay una reducción en los tiempos de descanso de los conductores», ha indicado el sargento.
También se ha prestado especial atención a las posibles distracciones al volante como el uso del teléfono móvil u otros aparatos.