AEMS-Ríos Con Vida y Adema han realizado una campaña de recuperación de frezaderos de trucha común en diferentes tramos de los ríos Guadalope y Pitarque
Gracias a la colaboración de diferentes entidades vinculadas con el medio ambiente, el desarrollo rural y la acción social, se ha conseguido recuperar 23 frezaderos. En concreto, lo que se hace es rastrillar el fondo del río para facilitar a la trucha la puesta de huevas -desovar-, eliminando los sedimentos que dificultan esta actuación. «Llevamos rehabilitando frezaderos en el río Guadalope desde 2008, en el caso del Pitarque empezamos más tarde, creo que esta ha sido la quinta campaña. Es una actuación muy necesaria en ambos casos», explicó Javier Villanueva, de AEMS Ríos con Vida.
Año tras año, es importante ir realizando una campaña de seguimiento para ver de cerca los logros conseguidos durante las convocatorias pasadas. En esta ocasión, «ha sido muy satisfactorio» porque realmente se ha visto que la trucha ha utilizado los puntos habilitados para desovar. Asimismo, este año se ha intervenido en más puntos para poder recuperar, en un futuro, la población de trucha en la zona. «Intervenimos porque, en muchas ocasiones, los frezaderos tienden a desaparecer por la falta de lluvias y nevadas. No llueve tanto, no se remueven los fondos y eso hace que la cantidad de peces que hay es mucho menor», dijo. Por este motivo, la rehabilitación de frezaderos también hace posible el reclutamiento de alevines y, en consecuencia, el mantenimiento de la especie de cara a un futuro próximo.
Sin duda, uno de los objetivos con los que partía la iniciativa este año era el de atraer a la población, en especial, a la bajoaragonesa. Se trata de una actuación para la que se necesita la colaboración desinteresada de la gente y, en lo que respecta a este año, se ha conseguido. «Se ha contado con gente del Bajo Aragón aunque también ha venido gente de la Comunidad Valenciana o de Madrid. Me gustaría que la gente de la zona, sobre todo, asociaciones de pescadores, valorasen un poco más estas iniciativas. A veces no es así por desconocimiento pero ya que las estamos dando a conocer, estaría muy bien que se implicasen», consideró. En este sentido, detalló que, en algunas de las convocatorias de este año, se ha llegado a contar con 25 personas, lo que supone más que en años anteriores, y que también se ha contado con la colaboración desinteresada de voluntarios de la Agrupación Turolense de Discapacidad Intelectual (Atadi), que han aprendido a conocer el ecosistema del río desde dentro. «Es una actividad gratificante porque vas viendo que cada vez hay más peces y el trabajo se ve recompensado», dijo.
En la misma línea se manifestó José Manuel Salvador, coordinador de Adema. «Es una iniciativa que nos motiva mucho porque vemos que hay resultados. A nivel de biodiversidad y colaboración, la campaña de este año ha sido una de las más llamativas».