José María Gasco recibió el trofeo Aficionado de la Peña Taurina de Albalate
Si quisiéramos comprender el origen de la afición de José Mari Gasco al mundo de los toros deberíamos irnos unos cuantos años atrás. Tendríamos que situarnos en Albalate, más concretamente en la plaza en la que se crió. Y allí lo veríamos, seguramente, correteando por las calles simulando un encierro, o fabricando sus propias banderillas y espadas de torero.
Un niño, que como muchos, ha vivido desde pequeño esta fiesta. Pero José Mari no es como muchos otros. No todos han ejercido como delegado gubernativo en varias plazas de toros de la provincia de Teruel. Y sin, duda, no todos esos niños que soñaban con toreros han conseguido en este 2018 actuar como asesores en la plaza zaragozana. «La verdad es que subir al palco de la Misericordia fue algo gratificante, pero también hay mucha responsabilidad. A veces es difícil tomar una decisión si el presidente te pregunta qué qué hacemos. Pero yo, como aficionado, no lo cambio por nada», asegura.
La Peña Taurina de Albalate le entregó el pasado sábado el trofeo Aficionado, un reconocimiento que recogió con emoción. «Que en tu pueblo te reconozcan lo que has podido aportar a la fiesta de los toros es algo de lo que, la verdad, se siente uno orgulloso», comentaba.
El galardón pretendía honrar no solo su larga trayectoria como aficionado, sino también los 14 años que pasó siendo miembro de la Comisión de Festejos de Albalate, 12 de ellos como presidente y 2 como secretario. «Durante todos aquellos años fomentamos y potenciamos muchísimo la fiesta de los toros, como siempre se había hecho en Alablate», aseguraba. No obstante, admite que no esperaba ser el elegido, pues han sido muchos los que han apostado por los toros en la localidad. «Me quedé un poco sorprendido porque junto conmigo, en la Comisión de Festejos ha habido muchísima, muchísima gente que son igual de merecedores que yo de este detalle», comentaba.
Una labor, la de la Comisión de Festejos, que José Mari considera muy importante a la hora de mantener el Festejo Mayor que Albalate acoge cada septiembre, durante sus fiestas patronales. «Mientras la Comisión siga apsotando por el tema habrá toros en Albalate. Creo que la gente de nuestro pueblo debería de concienciarse de que habría que acudir porque es el único Festejo Mayor que damos al año en nuestra plaza y si no somos capaces de entregarnos, acudir, al final alguien planteará dejar de hacerlo», opinaba.
Recordaba así que la participación e implicación del público en la fiesta es algo determinante en estos espectáculos y que puede arrasar con muchos años de celebración. «Yo conozco bastantes pueblos de la provincia de Teruel en lo que se venían celebrando Festejos Mayores igual que en Albalate y que han desaparecido por la no asistencia de público», lamentaba el aficionado.
Lo que sí parece que va a mantenerse durante mucho tiempo es el tradicional «encierre», «buque insignia de las fiestas patronales», según José Mari.
El sábado, momentos antes de recoger su reconocimiento, José Mari admitía que pasaban por su mente personas que estuvieron a su lado en aquellos años e innumerables vivencias. «Anécdotas te puedo contar desde que un año cuando venían los toros de Madrid a mitad de camino se estropeó el camión y hubo que preparar otro por mediación de Pepe Marcuello, hasta que una vez al llegar los toreros no querían torear porque decían que había que afeitar los toros más», recordaba riendo.
Ahora son sus hijos los que pisan la misma plaza y corren por las mismas calles. Habrá que esperar para saber si mantienen la misma afición que su padre, aunque José Mari asegura que por el momento parece que sí.
Jesus Jubierre dice
Un gran tipo
Esther dice
Enhorabuena, un fuerte abrazo