Ubicado entre Mas de las Matas y Aguaviva, el Molino Harinero es uno de los edificios que más cariño despierta a los vecinos de ambas localidades. Ahora, tras el paso del Taller de Empleo, están más cerca de verlo en todo su esplendor. No obstante, aunque el trabajo realizado es notable, queda mucho por delante y por eso en Aguaviva esperan que haya más ediciones del Taller. «Cualquiera que pase y lo conozca verá el cambio porque había tanta maleza que no sabíamos ni cuánto tiempo nos podría llevar», dijo el alcalde, Aitor Clemente. La limpieza ha sacado una vieja acequia, un pozo o parte de una balsa además de que se han recuperado las fachadas. Para próximas intervenciones queda el trabajo interior del edificio que se destinará a la promoción turística.
Esta primera edición ha concluido tras un año de trabajo y el viernes, sus 9 alumnos (5 hombres y 4 mujeres) recibieron sus diplomas con dos certificados. El Taller está promovido por el Instituto Aragonés de Empleo (INAEM) y el Ayuntamiento de la localidad y el acto de entrega de diplomas con el cual concluyó el Taller tuvo lugar en el salón de actos de la Casa de Cultura de la localidad con la asistencia del alcalde del municipio, Aitor Clemente, y la AEDL de la Comarca del Bajo Aragón, Yolanda Rallo.
El primer edil transmitió el agradecimiento de la Corporación Municipal a la directora, al docente y a todos los alumnos por el esfuerzo y el trabajo realizado para la restauración de este importante elemento del patrimonio cultural de la localidad con las labores que han desarrollado durante los doce meses que ha durado el Taller. Este periodo se dividió en dos fases; por un lado, la primera parte desde su inicio el 14 de febrero del pasado año hasta mediados de agosto con la teoría especialmente telemática debido al covid, y por otro, la segunda fase desde entonces y hasta su conclusión donde se centró la parte práctica.
El proyecto ha contado con una financiación 213.614,37 € por parte del INAEM, y 16.276,26 € procedentes de fondos municipales, a los que se han sumado los gastos en los materiales empleados en la obra y otros trabajos auxiliares, que han sido sufragados también por el Ayuntamiento.
Debido a la situación sanitaria, durante la primera fase del proyecto los nueve alumnos, recibieron casi toda la formación teórica correspondiente a los dos Certificados de Profesionalidad incluidos en el programa de aprendizaje (Operaciones auxiliares de albañilería de fábricas y cubiertas, y Revestimientos con pastas y morteros en construcción). Esta formación fue recibida en su mayoría de manera telemática, lo que «implicó un doble esfuerzo tanto del alumnado como del equipo docente para salvar las posibles barreras informáticas».
En el momento que la situación sanitaria ya permitió el trabajo presencial se comenzaron prácticas por distintas zonas del pueblo como el acceso al Cementerio, la captación de agua de la Balsa Nueva o un pequeño jardín situado en el camino Calanda, que permitieron a los alumnos comenzar a aplicar los distintos conocimientos teóricos adquiridos.
Así pues, la segunda fase del Taller de Empleo ha sido empleada en su mayoría para realizar las prácticas en alternancia en el Molino Harinero de la localidad. Durante este tiempo se han realizado diferentes tareas, tales como trabajos previos de limpieza, desbroce y demolición, levantamiento de fábricas con diversos materiales (ladrillo cerámico, bloque de hormigón, piedra) y saneado de muros de piedra, lo que implica la limpieza completa de ellos y el posterior rejuntado.
Cabe recordar que hace una década se arregló la cubierta y eso frenó el deterioro, no obstante, hace un par de años sufrió un conato de incendio que dañó varias partes.
En las últimas semanas se han llevado a cabo los trabajos de preparación de soportes y su posterior realización de enfoscados y guarnecidos «a buena vista», se ha ejecutado casi por completo una cubierta plana transitable en el edificio anexo, (elaboración de forjado, formación de pendientes, realización de antepechos), y se ha realizado el lucido con mortero de cemento de grandes superficies en las fachadas del edificio.
Cabe reseñar que actualmente el Ayuntamiento de Aguaviva está preparando toda la documentación necesaria para solicitar al INAEM la ejecución de una segunda fase del proyecto con la que se puedan continuar los trabajos necesarios para rehabilitar este emblemático inmueble, además de seguir apostando por ofrecer una alternativa laboral y formativa a los vecinos del municipio que se puedan encontrar en situación de desempleo. «Por un lado, 11 personas -9 alumnos, directora y docente- han estado trabajando en esto y por otro, Aguaviva ha comenzado a recuperar una parte de su rico y extenso patrimonio relacionado con el agua y que llevamos hasta en el nombre del pueblo», concluyó Clemente.