La capital bajoragonesa volvió a ser testigo en la tarde de Sábado Santo del sellado del Sepulcro tras la procesión del Santo Entierro, que discurrió tanto por la parte alta como por la parte baja de la ciudad. Un mar de túnicas azules recorrió Alcañiz tocando sus tambores para confluir frente a su Ayuntamiento. En este espacio tuvo lugar uno de los momentos más especiales de la Semana Santa Alcañizana: el sellado del Sepulcro, que fue seguido por centenares de vecinos y visitantes, que ocuparon las orillas desde la plaza hasta la misma puerta de la Ex colegiata de Santa María la Mayor.
Con el sellado se escenifica y recrea el cierre del sepulcro de Jesús tras el entierro. Segundos antes del sellado el silencio se adueñó de la Plaza España para vivir con solemnidad el momento en el que la figura que representa a un judío y un miembro de la guardia romana verificaron a través de cuatro cintas el sellado, y con él, la muerte de Cristo. Tras dar por certificado el sepulcro los tambores de Alcañiz volvieron a vibrar para llorar al hijo de Dios. La imagen de la Dolorosa presidió el acto en la Plaza España; y al otro lado, la Verónica.
En este domingo de Pascua queda pendiente en Alcañiz la procesión de las Palometas, una de las más queridas por los vecinos de la capital bajoaragonesa.
El Santo Entierro se recrea en el territorio
Alcañiz no fue la única localidad en recrear el Santo Entierro. El resto de los pueblos de la Ruta del Tambor y Bombo, así como otros municipios del Bajo Aragón Histórico, celebraron también sus procesiones en la tarde del Viernes Santo o Sábado Santo. Albalate, Alcorisa, Andorra, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda con su Cristo articulado, o Urrea recrearon y conmemoraron con solemnidad y duelo la muerte de Jesús. También lo hizo Caspe, que procesionó con sus nueve cofradías junto a la reliquia de la Vera Cruz, un fragmento de la cruz de Cristo que únicamente sale tres veces al año.
Así vamos dice
Viva Cristo Rey!!!!!!