Un estudio de la cátedra de Despoblación de la DPZ denuncia el escaso movimiento inmobiliario en pueblos de la provincia
Solo 32 de los 292 municipios de la provincia de Zaragoza tienen un mercado activo de viviendas en alquiler. Esta ha sido la conclusión que arroja un último estudio de la Cátedra de Despoblación y Creatividad de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ). Una de las localidades con más movimiento inmobiliario es Caspe. El precio medio del alquiler de un inmueble es de 300 euros, lo que va directamente relacionado con sus condiciones y prestaciones.
La despoblación es un problema más que acuciante y palpable en la provincia zaragozana, algo que se puede comprobar si atendemos a la situación del mercado de la vivienda, según explican desde la cátedra de la DPZ. Solo unas pocas poblaciones se salvan de estos datos negativos, como es el caso de la Ciudad del Compromiso.
Sin embargo, el estudio subraya que estas viviendas que son alquiladas o compradas (la mayoría el primer caso) son escasas para la demanda existente, muy antiguas, con malas condiciones, y poco equipadas, aunque muy baratas.
«Hemos encargado este estudio porque se da la paradoja de que, aunque nuestro medio rural lleva décadas despoblándose, muchas veces los esfuerzos para atraer nuevos vecinos a los pueblos encuentran el problema de la falta de vivienda», destaca el director de la Cátedra sobre Despoblación y Creatividad, Luis Antonio Sáez.
Desde la cátedra avisan que las comarcas zaragozanas siguen sufriendo pérdidas importantes de población. Además, la franja de entre 25 y 54 años (más proclive a comprar o alquilar) también está disminuyendo alarmantemente con independencia del tamaño de los municipios.
Una provincia en declive
La realidad de esta provincia en concreto es que el alquiler de viviendas se concentra en solo 32 municipios. En las otras 260 localidades es mínimo o inexistente. Un patrón que indica que cuanto mayor el es crecimiento de la población más viviendas se alquilan, y viceversa.
Según el precio de los alquileres, los municipios con mercado de alquiler se pueden dividir en tres grupos: baratos, con más del 60% por debajo de los 300 euros mensuales (como Borja, Cariñena, o Caspe), caros, con más del 10% por encima de los 600; o intermedios (como Cuarte y María de Huerva); y el resto, en el que al menos el 60% están entre 300 y 450.
En cuanto a la compra, en 2017 en toda la provincia de Zaragoza solo hubo 14 municipios con más de 50 transacciones, de los cuales 6 superaron las 100 compraventas (ubicados la mayoría cerca de la capital aragonesa, y Calatayud). Los edificios de viviendas presentan un peor grado de conservación cuanto menor sea el número de habitantes del municipio: mientras en los municipios de más de 2.000 personas el porcentaje de edificios en estado ruinoso, malo o deficiente se sitúa en el 7,6%, en las localidades de menos de 2.000 esa cifra se duplica.
«El problema es que existen viviendas abundantes que están «en el limbo» y que podrían cubrir una demanda que hay en zonas como el Bajo Aragón-Caspe, lo que ayudaría a ganar habitantes», explica Sáez. «Hay mucha población inmigrante y gente joven que quiere emanciparse que busca una vivienda con ciertas condiciones y se encuentran que no existe esa oferta».
Custodio dice
Hay varios puntos que no se desarrollan en la noticia.
1. Precio. Con los sueldos que tiene la mayoría de la gente difícilmente pueden comprar incluso las viviendas «baratas.» Los alquileres de 300 euros solo los pueden pagar los inmigrantes que se hacinan hasta 10 personas y salen a 30 euros cada uno.
2. El estado ruinoso. Por la misma razón anterior. Con las pensiones que cobran los jubilados y los sueldos que tienen la mayoría de los trabajadores en esta zona ¿quien se mete en obras y reformas de envergadura?
3. La demanda entre los jóvenes que se quieren emancipar. Volvemos a lo mismo. Con los porcentajes de desempleo y los sueldos que hay ¿cómo van a pagar un alquiler o qué banco les va a conceder una hipoteca?
4. La demanda entre los inmigrantes. Claro, ganan un sueldo de 1000 euros durante la campaña de recogida de fruta, de esos 1000 descuentan 100 para vivir compartiendo un alquiler mas alimentación entre 5 ó 10 y el resto de 900 euros los envían a través de Moneygram a su país de origen. ¿Qué viviendas van a comprar o qué reformas van a emprender?