Anaju lleva a Alcañiz, «su hogar», a la final de Operación Triunfo 2020

«Una alcañizana que ama a su pueblo, una persona tenaz y trabajadora que siempre consigue lo que se propone». Así es Anaju, la artista que representa a Alcañiz, «su casa», y a todo el Bajo Aragón en la final de Operación Triunfo, que tendrá lugar el próximo miércoles 10 de junio.

Un reto nada fácil de conseguir, que ha ido construyendo poco a poco «con trabajo y perseverancia», a raíz de su vocación, la música, a la que toda su vida ha estado ligada a pesar de desarrollar otra prometedora carrera en Publicidad y Diseño Gráfico. Hasta el momento, su participación en Operación Triunfo 2020 «es su proyecto más importante», una experiencia de «maduración y aprendizaje» a la que ha sabido sacarle partido y que ha cambiado tanto su vida como la de sus padres que la apoyan «incondicionalmente». En uno de sus lugares favoritos, la huerta de su pueblo, Ignacio Calavia y Teresa Pedrós hablan de la vida de Anaju y de su experiencia en OT para que todos los que la admiramos la podamos conocer un poco más.

Amiga de sus amigos, de los que «nunca se olvida esté donde esté», la ya «artista», tal como la ha designado el jurado tras su interpretación de ‘Nana del Mediterráneo’, ha vivido su infancia y su adolescencia en Alcañiz, desde los 4 hasta los 18 años. «Siempre se ha rodeado de gente y siempre ha mantenido esa amistad verdadera», comenta su madre, quien explica que su hija suele participar en todas las actividades y fechas importantes de la capital bajoaragonesa. De hecho participa activamente en la Hermandad de Jesús Nazareno, al igual que el resto de la familia.«Participa en las fiestas y en Semana Santa, tiene su cuadrilla de amigos con los que mantiene la amistad y se sigue llamando», explica.

De esta familia «siempre unida» Anaju es la menor de las dos hijas del matrimonio. Pasó su infancia en los colegios Juan Lorenzo Palmireno, Emilio Díaz y La Inmaculada y vivió su adolescencia en el IES Bajo Aragón, del cual tiene «muy buenos recuerdos». Viviendo aquí, gran parte de su tiempo lo dedicó a la música, una vocación que «tuvo desde siempre», recuerda su madre. «No dejaba estudiar a su hermana porque siempre estaba cantando», matiza riendo.

Primeramente se acercó a la guitarra, cursando clases en el Conservatorio de Alcañiz y hasta los diez años también fue alumna de la Escuela Municipal de Danza, remarcando así su inclinación hacia el mundo artístico. ‘Teniente Mur’ fue uno de sus grupos musicales durante su etapa en el instituto, cuyas actuaciones en el Hotel Calpe y La Glorieta aún recuerdan sus padres con emoción. Tras dejar su casa, Anaju desarrolló una prometedora carrera en Publicidad, Relaciones Públicas y Marketing en la Universidad de Zaragoza, sin dejar de lado su talento. En el teatro de las Esquinas de Zaragoza participó en otro grupo musical, donde siendo más mayor, «descubrió que la música era algo importante en su vida». «Creo que ahí descubrió que le gustaba, y que era algo más que cantar». Después de terminar la carrera, ya en Barcelona, donde se desplazó para cursar un Máster en Diseño Gráfico, se involucró con el coro de su universidad (Pompeu Fabra), el ‘4 18’. «Fue en esta etapa cuando se planteó presentarse al concurso, y fue una decisión muy meditada«, recalca su madre.

Cuentan sus padres que la idea de presentarse a OT les tomó por sorpresa, aunque ella siempre «avisa con mucho tiempo de los proyectos que tienen en mente». «No te lo crees, pero de repente está ahí y te lo empiezas a creer», comentan quienes han vivido juntos «la emoción de cada gala». «Como madre piensas que es esto es la evolución de un hijo que ha perseguido su sueño, es difícil pero es real», recalca. Su consejo siempre ha sido: «Disfruta, vívelo y no te critiques».

Paradógicamente ha sido a lo largo del programa, cuando sus padres la han visto «más que nunca» gracias a las grabaciones 24 horas, lo que les ha permitido «conocerla aún más». «Ella es tal como se ve en la tele, se levanta de las primeras, es ordenada y estricta con sus normas. A lo mejor puede haber alguien que cante mejor pero creo que la mejor imagen de persona la ha dado ella«, resalta su padre, quien agradece la admiración que Alcañiz siente por su hija.

Y es que la notoriedad nacional de Anaju ha hecho que vivan momentos muy agradables.»Me doy cuenta de que aquí en Alcañiz la gente está muy emocionada cosa que yo agradezco enormemente que la vean como un referente«, ha recalcado su padre.»Es un orgullo que te saluden por la calle tus vecinos, el alcalde… Ves que la gente es muy cariñosa y eso vale mucho. Hay que reivindicar que es de aquí como una forma de devolver ese cariño».

Sus amigos de Alcañiz también le muestran su total apoyo y se sienten muy orgullosos de su trayectoria. «Vivíamos las galas entre amigos y la emoción ha sido espectacular», cuenta Jorge Vílchez. «El estar arriba de la final, que sea primera o que sea segunda, da igual porque ya ha llegado lo más lejos. Todo el Bajo Aragón tiene que apoyarla porque se lo merece«, resalta.

Más allá del gran premio, alcanzar la final ha sido todo un logro para su familia. «El llegar a la final significa que ha aprovechado hasta la última semana de aprendizaje«.

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