Los resultados del análisis del ADN del andorrano asesinado por la represión franquista Sebastián Blasco Aznar, exhumado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) a finales de octubre, han permitido identificarle científicamente. Con la recuperación de sus restos culminó una complicada investigación que ha llevado a cabo su familia.
Sebastián Blasco Aznar, había nacido en la localidad turolense de Andorra, el 20 de mayo de 1895. Allí trabajó como labrador, sastre y sereno. En la Causa General, que instruyó el franquismo para justificar su violencia contra miles de republicanos en tiempos de «paz», sólo se asegura que era cercano a las organizaciones locales de izquierda. En la versión oficial de su muerte, redactada por las autoridades franquistas, se afirma que se trató de un suicidio, cuando iba a ser detenido por la Guardia Civil. Pero su viuda y sus hijas siempre habían pensado que fue brutalmente asesinado por un grupo de vecinos a los que se sumaron dos guardias civiles.
Su nieta, May Borraz, estuvo presente desde el inicio de los trabajos de exhumación. Necesitó tres años de investigación para localizar el lugar, después de derribar miedos y silencios que tantos años después obstaculizaron su camino. Su familia padeció enormes secuelas por las consecuencias del asesinato: «Mi abuela repetía como un mantra que lo habían asesinado después de la guerra una pandilla de cobardes, pero mi madre, que sólo tenía dos años cuando ocurrió, lo vivió como con vergüenza. Creo que la primera generación, la de entonces, lo vivió con mucho miedo, la siguiente con vergüenza y la mía con rabia», explicaba May junto a los trabajos de exhumación.
Las labores de exhumación se llevaron a cabo en la zona conocida como el «Corralico», junto a la tapia del cementerio de Andorra, donde señalaban los testimonios. Tras ser asesinado, su cadáver fue arrastrado hasta las inmediaciones del cementerio y fue enterrado fuera del recinto. La ARMH ha utilizado para la recuperación de los restos y para la identificación genética sus propios recursos.
Se acotó el perímetro y se abrieron catas del grosor de la pala retroexcavadora para retirar la primera capa de terreno superficial. Una vez aparecieron los restos, el resto del trabajo se llevó a cabo manualmente. El colectivo, pionero en las exhumaciones científicas de fosas comunes de desaparecidos del franquismo, rechaza las subvenciones públicas y lo hace para denunciar que es el Estado el que debe atender directamente a las familias, cuidarlas y repararlas.
opinante dice
Ruego a Dios que perdone sus pecados y que descanse en paz su alma.
Pablo dice
El que este libre de Pecado . Que tire la primera piedra .
Loli dice
Pero que omentario es este?de que pecados hsbla? PECADOS TENDRAN LOS QUE LO ASESINARON.Por fin la familia ha recuperado sus restod ,quedurante tantos años no han sabido donde estaba.
Yo dice
Loli arregla el teclado.
Yo a lo mio dice
No te des mal Loli ….hay mucha bilis…