La Cumbre del Clima COP25 que se celebra en Madrid estos días acogió ayer una sesión en la que participó la iniciativa olietana Apadrina un Olivo. Su impulsor, Alberto Alfonso, intervino en la jornada «Hacia una revolución del sistema alimentario» para explicar este proyecto sostenible, social y solidario que, además, planta cara a la despoblación. «Es importante el cambio climático y la biodiversidad pero también el medio rural y la custodia de nuestro territorio», insistió Alfonso, quien enfocó la cumbre como una oportunidad para exponer «el día a día» de la entidad así como «el modelo a exportar».
La asociación que trabaja intensamente por la recuperación de 100.000 olivos centenarios a través de la agricultura sostenible, puso sobre la mesa nuevas formas de entender los modelos agrícolas actuales basados en la gestión intensiva. La entidad reivindicó la unión de los recursos naturales endógenos que tienen las áreas rurales despobladas con las nuevas tecnologías y las herramientas digitales para «conectar el medio rural con el medio urbano» y lograr así «un producto alimentario responsable, de calidad y con valores». «Llevamos cinco años con el proyecto y nosotros con Apadrina un Olivo lo hemos conseguido con la marca de aceite mi Olivo», señaló.
Apadrina un Olivo surgió como un proyecto de crowdfunding en el que se puso a disposición de todo el mundo la posibilidad de apadrinar un olivo en Oliete. Por 50 euros al año, el padrino o madrina recibe información al detalle de su olivo así como dos litros de aceite de oliva que se consigue de su cosecha. Además, cabe la posibilidad de visitarlo a lo largo de diferentes del año. El proyecto fue creciendo hasta poder abrir una almazara. Ahora hay varias personas trabajando en el proyecto. En la misma ponencia también participó la Taula del Sènia y SEOBirdlife.
Ayer en Madrid también se habló de agricultura y ganadería, un asunto que seguirá encima de la mesa durante toda la semana. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) defiende los beneficios del modelo social y profesional de agricultura para mitigar los efectos del cambio climático. «El gran reto al que nos enfrentamos se debe fundamentar en un refuerzo del modelo de agricultura social y familiar, compatible con las estrategias de adaptación y mitigación reguladas y las de viabilidad y supervivencia de las pequeñas y medianas explotaciones y medio rural»,aseguró Javier Sánchez, representante de COAG, tras su llegada a la Cumbre del Clima en la que participa dentro de la delegación de Vía Campesina en la Zona Azul y Zona Verde de la conferencia internacional.
COAG propone que cualquier regulación en la lucha contra el cambio climático debe partir del carácter estratégico de este modelo de agricultura, fundamental por su función social, económica, territorial y medioambiental, por su papel en la lucha contra el cambio climático como mitigadora neta de las emisiones de CO2, que además de aportar el valor del trabajo de agricultores y ganaderos en beneficio del entorno natural, vertebra el medio rural, y produce alimentos seguros y de calidad. «También señalaremos la hipocresía de los jefes de estado y de gobierno europeos, que adquieren compromisos en la lucha contra el cambio climático, al tiempo que potencian con acuerdos comerciales con terceros países modelos de agricultura muy alejados del modelo europeo, el más sostenible a nivel mundial».
Para la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) el cambio climático en el medio rural es una realidad tangible. Frente al medio urbano, donde la relación con la naturaleza es escasa, «en los pueblos se sienten los efectos de la crisis climática con mucha mayor claridad». «El medio rural, y sobre todo los agricultores y ganaderos, deben tener un papel protagonista en la COP25 porque alimentamos al mundo, porque vertebramos el territorio y gestionamos el espacio natural y los recursos», dijeron.
La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) también juega un papel importante en la Cumbre. Varias emprendedoras dedicadas a la permacultura participaron el martes en una mesa redonda organizada por el Observatorio Mujeres, Ciencia e Innovación. Ayer FADEMUR, como integrante del Foro Rural Mundial, coorganizó la presentación del lanzamiento del Decenio las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar (2019-2028), más colaborativa y abierta, para que la sociedad civil participe del papel clave del sistema familiar de producción de alimentos. «Un modelo que prima la sostenibilidad de los recursos», dicen desde FADEMUR.
Además de agricultura sostenible y despoblación, la descarbonización de la economía sigue centrando el debate. Cabe destacarque esta tarde a las 18.00 es en Madrid la Marcha por el Clima, una gran manifestación en la que se espera la participación de miles de personas.
Paralelamente a la cita, el Consejo Aragonés del Clima se ha constituido en Zaragoza este martes con el objetivo de elaborar la Ley Aragonesa de Cambio Climático y Transición Ecológica.