El Arzobispado de Zaragoza ocultó un caso de abusos a menores en Valderrobres por parte de un eclesiástico que admitió padecer un trastorno de parafilia de tipo pedófila. Fue precisamente otro cura, el párroco Mosen J.I.L. quien tras recibir la alarma de varios familiares, destapó el caso de Jesús M.L.O. conocido como Mosén Jesús». Según destapó el periodista oscense Eduardo Bayona en el diario «Público», Jesús M. L. O., que antes que cura en Zaragoza había sido jesuita en Tudela, admitió en 2013 ser un pedófilo y confesó haber abusado de varios niños durante una actividad deportiva a los que «efectuó tocamientos». Los hechos transcurrieron en 2006 año en el que Mosen Jesús llegó a la localidad como cura de refuerzo para la parroquia de Valderrobres que, asimismo, incluye varias localidades.
Tal y como confirmó el párroco denunciante a La COMARCA, tras ser alertado por varias familias, llevó a cabo una investigación. Nada más conocerse estos hechos se pusieron inmediatamente en conocimiento del arzobispado de Zaragoza. De este modo, Jesús, M. L. O. fue inmediatamente destituido del cargo y se marchó de Valderrobres tan solo 2 meses después de su llegada. Sin embargo, tal y como subrayó el sacerdote denunciante, el arzobispado optó por «tapar» el caso. Tampoco el entonces arzobispo Manuel Ureña se puso en contacto con las familias de los niños sobre los que presuntamente abusó. «Unos años después el entonces arzobispo vino a Valderrobres a la inauguración de las obras de reconstrucción de la iglesia parroquial. Sé que las familias de los afectados echaron de menos que el arzobispo se interesase por ellos», afirmó el entonces párroco de Valderrobres y denunciante de estos hechos.
El mosen J. I. L. muy querido todavía hoy en el Matarraña tras haber sido párroco de varias localidades durante muchos años tilda los hechos como de «abuso» aunque apunta a que afortunadamente el caso se detectó enseguida y Mosén Jesús tan solo estuvo 2 meses en la localidad. En los mismos términos se manifestaron distintas fuentes consultadas por La COMARCA que subrayaron que «afortunadamente» saltó la alarma enseguida. No obstante, subrayaron su preocupación porque el nombre de Mosén Jesús se pueda confundir con otro sacerdote muy popular y que durante los años 70 desarrolló su labor pastoral en Valderrobres y otras parroquias del Matarraña. «Hay que dejar claro que no estamos hablando de nuestro Mosén Jesús, si no de otro cura que se llama igual», manifestó un vecino de la capital del Matarraña.
Por su parte Mosen J. I. L. afirmó que uno de los motivos que le llevaron a confirmar sus sospechas fue el hecho de que se reuniese con los menores para jugar a videojuegos en su propia vivienda y no en el salón parroquial. «El arzobispo me preguntó en cuántos pueblos se sabía. Es un error que la institución actúe así. Lo peor que hay es ocultar la porquería y preocuparte de la imagen», afirmó el mosen J. I. L. quien apuntó a que el abordaje de este asunto cuyo abordaje eludió la Iglesia, que optó por trasladar al cura y «dejarlo correr».
Las familias dan la alarma
Asimismo, según el diario «Público», el abogado Agustín García, encargado en esos momentos de llevar el caso ante los tribunales, afirma que «nadie hizo nada». «Estaban todos al tanto», señala en referencia a la actuación de las autoridades eclesiásticas». Tal y como recoge la crónica de Eduardo Bayona, unos meses después, cuando Mosén Jesús fue trasladado, varios chicos comentaron al párroco de Valderrobres, Mosen J. I. L. la marcha entre risas. «Pero si mientras jugábamos al fútbol siempre estaba empalmado. Todos lo veíamos». De igual modo el presunto pederasta habría sometido a varios menores a tocamientos. El citado periódico añade que el sacerdote, recuerda que le dijeron, antes de responder, cuando les preguntó por qué no lo habían denunciado, que «¿a quién se lo íbamos a contar? ¿a nuestros padres? ¡No nos creerían!».
También le explicaron que les ponía películas pornográficas y que el cura se encerraba con algunos de ellos en su cuarto para verlas. Al parecer, los hechos habrían tenido lugar en la vivienda del cura. Según afirma el periodista que destapó este escándalo esos testimonios no tienen, por sí solos, carga incriminatoria suficiente para condenar a alguien, pero sí para llevar al banquillo al denunciado y enjuiciar su conducta en un marco penal.
Sin embargo, las normas procesales impidieron que eso llegara a ocurrir a pesar de que el atestado de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Alcañiz incluye otras versiones de carácter incriminatorio para el cura. Pese a que los hechos se resolvieron con la expulsión de Mosen Jesús de la parroquia de Valderrobres, lo cierto es que no fue hasta años después cuando las familias y el párroco denunciante lo llevaron hasta la justicia ordinaria. Sin embargo los presuntos hechos ya habían prescrito.
«Lo peor es ocultar la porquería»
Según «Público», el caso no figura ni entre las incidencias de este tipo que contabiliza la Iglesia católica en Aragón ni entre las que se encuentran abiertas en las fiscalías y juzgados de la comunidad, ya que las pesquisas fueron archivadas por prescripción hace cinco años y todo apunta a que en el primero de esos estamentos no llegaron a ser abiertas. De igual modo nunca hubo una verdad eclesiástica oficial sobre este asunto, más allá de las evasivas con las que doce años después despacharía el asunto la Pontificia Comisión para la Tutela de los Menores: «no está dentro de nuestra posibilidades y prerrogativas tratar casos particulares», dejó escrito su secretario, el obispo Robert Oliver, quien, «entendiendo la gravedad de estas informaciones», dejó claro que «la naturaleza de la misión» del organismo se limitaba a «proponer iniciativas para promover la protección contra la violencia sexual y ayudar a las iglesias locales a implementar las mejores políticas de prevención».
Al respecto, el entonces párroco y denunciante de los hechos, en declaraciones a La COMARCA fue muy crítico con la manera en la que se abordó esta cuestión. «Creo que esto es un claro ejemplo de lo que jamás hay que hacer. Estos casos deben de abordarse y actuar de forma contundente», explicó Mosen J. I. L.
Conocido por su historial en Navarra
Por su parte y según informó Noticias de Navarra, Jesús M. L. O., que antes que cura en Zaragoza había sido jesuita en Tudela y tras confesar estos y otros hechos su defensa cerró un acuerdo con la Fiscalía y aceptar una condena de dos años y medio de prisión que rebajaba notablemente los más de diez que inicialmente reclamaba el ministerio público para él por otros casos. Antes, el juzgado de instrucción le había prohibido, como medida preventiva para evitar nuevos episodios de abusos, acercarse a menos de 200 metros de parques, ludotecas, colegios, bibliotecas y lugares en los que pudiera haber niños.
Jesús M. O. L, que había dejado de ser mosén al colgar los hábitos volvió a ser noticia mientras le investigaba el juzgado de Tudela.
Ocurrió cuando se asentó en la localidad gallega de Carral, donde, tras ser alertado por la Xunta, un colegio llegó a advertir de su presencia a los padres mediante una circular, tal y como recogió La Opinión. Cabe recordar, que el entonces arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña renunció a su cargo su cargo en 2014 alegando problemas de salud y personales. No obstante, algunas fuentes apuntan a que Ureña habría sufrido presiones ante la inacción del arzobispado ante casos como este.
Aurelio dice
Y que se creia usted (como una jota aragonesa )
MS dice
Que manera más vergonzosa de actuar por parte del Arzobispado, más preocupado por esconderlo que por el bienestar de los niños y sus familias, y encima trasladando el problema hacia otro lado.
Una vez más se observa la podredumbre de la Jerarquía Eclesiástica, más preocupados por salvar su chiringuito, su estatus o su situación económica, que por realmente ayudar a las personas. Lo más sangrante son los casos de pederastia, pero tampoco hay que olvidar el tema de las inmatriculaciones de inmuebles y los chanchullos que tienen en el sistema educativo privado y concertado.
Esta gente cuanto más lejos mejor (especialmente de los niños/as)
Nely dice
Trasladar el problema no, proporcionarle «ganado» nuevo para que siguiera divirtiéndose. Y el Arzobispo, otro que tal.
. dice
La iglesia en este país es cómplice de muchas injusticias, deberían dar la cara de una vez, la iglesia calla, pero fue testigo de miles de asesinatos cometidos por el franquismo, tiene mucho que decir en cuanto a las fosas comunes en los cementerios, no nos olvidemos de los posibles vínculos con los niños robados durante la dictadura sin olvidarnos de los abusos y violaciones a niños en el entorno de la Iglesia católica.
Es una auténtica vergüenza.
Y no pretendo atacar a los que son católicos y creen en el cristianismo, la iglesia y sus delitos y el cristianismo son dos cosas totalmente diferentes.