El padre empleó un hacha de cocina y se ensañó. La mujer y el hijo se fueron de casa el martes pero regresaron al día siguiente
Avanza la investigación del crimen machista que el miércoles por la tarde conmocionó a Andorra cuando Mustafá Banana asesinó con un arma blanca a su hijo de 15 años y atacó a su mujer, que sigue en estado muy grave en la UCI de Traumatología del Servet. Fuentes del caso confirman que el joven fue asesinado por su propio padre con un hacha de cocina con la que se ensañó cuando intercedió para defender a su madre de una agresión.
Según precisó la delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez, la pareja tuvo una fuerte discusión el martes por la que la madre y el hijo se marcharon a casa de los padres de ella. Mustafá fue ese mismo día a la casa para pedir a Gema que regresara al domicilio familiar pero ella no quiso ni abrirle la puerta. Esa misma noche siguió insistiendo y el día siguiente, el miércoles, el día de los hechos, hablaron por teléfono y con un tono «suave» la convenció para que volviera. De nuevo en el domicilio familiar se produjo una pelea previa al asesinato. No constaban denuncias ni el asesino tenía antecedentes policiales.
Según el último parte médico facilitado ayer, la andorrana continúa estable dentro de la gravedad en la UCI de Traumatología del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde fue trasladada en helicóptero. Sufrió heridas en la zona del hombro y el tórax aunque de menor gravedad y lo que más preocupa es un traumatismo en la cabeza. El miércoles por la noche fue operada.
Cabe recordar que los hechos sucedieron en la vivienda de la pareja situada en la calle Estercuel, en el conocido como barrio Escatrón. Una zona, repleta de edificios con la misma fisionomía construidos por Endesa en los años del boom de Andorra con la construcción de la Térmica.
Se descubrió el suceso gracias a la alerta de un vecino del mismo edificio que escuchó gritos y vio por la ventana cómo caía el cuerpo de Mustafá sobre las cinco de la tarde. Enseguida subió al piso de Gema y la encontró tendida en el rellano ensangrentada. Inmediatamente avisó a los sanitarios, que fueron los primeros en llegar. Después llegó la Policía Local de Andorra e inmediatamente la Guardia Civil. La Policía Judicial es la encargada de la investigación, que continuó ayer recabando pruebas.
La pareja es conocida en el barrio y en la localidad. Especialmente ella, Gema, de 39 años. Es de familia andorrana -su padre trabajó como minero- y regentó un bazar en la localidad. Tiene una hija de 19 años de una relación anterior que vivía con su abuela.
Él, Mustafa Banana, de 41 años era de origen magrebí pero nacionalizado español, llevaba muchos años en la Villa Minera. Había trabajado como albañil, y en la Central como empleado de limpieza industrial para una subcontrata.
«Cariñoso» es la palabra que más utilizan sus conocidos para describir a Ismael. Todos coinciden en que era un chico muy atento y siempre dispuesto a ayudar. «Siempre que me veía con las bolsas de la compra se ofrecía a subirmelas hasta mi piso», comentaba el miércoles una vecina del barrio de Escatrón. Ismael estaba escolarizado en el IES Pablo Serrano de Andorra e iba a cursar en septiembre 4º curso. Le gustaba el fútbol y practicaba el kick boxing y parkour. Tanto en la manifestación del miércoles por la tarde como en la del jueves fueron muchos los adolescentes que estuvieron presentes para recordar al joven. «Era una persona única, muy cariñoso, especialmente cuando veía que estabas mal se te acercaba y estaba pendiente. Nunca le vi una mala cara», decía entre sollozos una de sus amigas el miércoles por la tarde. Fueron muchos los que emplearon las redes sociales para expresar su indignación por su asesinato. «Era una de las mejores personas que existe en todo el mundo, un amigo de los mejores. Esté donde esté todos vamos a estar orgullosos. Va a ser siempre eterno«, escribía en Instagram uno de sus mejores amigos.