La Consejería de Turismo de la comarca del Bajo Aragón-Caspe ha puesto en marcha una iniciativa para mejorar la oferta turística en la zona. Esta propuesta consiste en la contratación de un guía turístico para cada uno de los municipios que conforman el territorio de la comarca. Estos guías, que iniciaron sus tareas hace unos días, trabajarán a lo largo de todo el verano con un contrato a media jornada.
«Hace 6 o 7 años la comarca ya puso en marcha una iniciativa similar. Esta propuesta confirma que desde la comarca apostamos por el turismo. Nos hemos dado cuenta que todos los municipios, aunque tengan infraestructuras para enseñar, no tenían quién las enseñase», explica Roberto Cabistany, Consejero de Turismo en la comarca del Bajo Aragón-Caspe.
Estos seis guías contratados serán los encargados de potenciar la oferta turística del Bajo Aragón-Caspe en los próximos meses. Todos ellos han sido contratados tras recibir una oferta que la comarca publicó en el INAEM de Caspe y después de superar una pequeña entrevista. Además, también han tenido que cumplir una serie de requisitos. «Se pidió que hubiese gente de todos los municipios para evitar grandes desplazamientos de los trabajadores y también para que este trabajo les saliese un poco más a cuenta a los propios guías, sobre todo teniendo que es de media jornada», afirma Cabistany. Finalmente, solamente uno de los guías no reside en el propio municipio que trabaja.
«Aunque no hemos buscado licenciados o graduados en Turismo, porque hemos considerado que el trabajo tampoco lo requería, sí que es verdad que hemos buscado que tuviesen experiencia con labores parecidas o que tuvieran conocimiento de la realidad de su municipio. Evidentemente, si la persona que está dando explicaciones conoce bien el municipio, su historia, sus monumentos y sus costumbres y tradiciones es mucho más fácil transmitírselo a los visitantes», añade el consejero comarcal.
Cabe destacar que los usuarios podrán disponer de estos guías de manera gratuita, eso sí, bajo cita previa para poder llevar un orden preestablecido. El único coste residiría en el caso de que la visita requiera pagar la entrada de algún museo, castillo u otra instalación similar.