En un ambiente de mercado medieval, tabernas y señores calatravos, Belmonte de San José regresó este fin de semana a sus orígenes gracias a la recreación de la concesión de su Carta Puebla por parte del Comendador de la Orden de la Calatrava, Álvar Fernández, en 1232. El pueblo entero regresó al pasado en un evento que recuperó su formato habitual tras el parón debido a la pandemia. «El año pasado grabamos el guion de la recreación y lo difundimos de manera radiofónica, pero esta es una fiesta que debe celebrarse en la calle», explicó Alberto Bayod, alcalde de la localidad.
La conmemoración de este día tiene sus inicios en 2001. Durante los primeros años el ayuntamiento contrataba a un grupo de teatro para realizar el acto de representación, algo que cambió cuando los vecinos solicitaron convertirse en los actores principales. Desde entonces el escenario de la plaza recibe a personas de todas las edades que ensayan con gran implicación durante los meses previos. Este año fueron más de 20 los vecinos implicados en esta recreación histórica, en cuya organización también colaboran las asociaciones Amigos del Mezquín y Calatravos y Mesnada de Alcañiz.
El momento de la concesión de esta Carta Puebla en 1232 pasó a la historia como el día en el que se otorgó la independencia de Belmonte. Este es el primer documento histórico que se conserva en el municipio, y una de sus copias fue recuperada años atrás por Bayod. El facsímil también está presente en diferentes portales de muchas de las casas de la población, lo cual demuestra la importancia que el significado de este documento supone para los vecinos del municipio. Cada Sábado Santo, esperan expectantes su representación, uno de los momentos cumbres de la jornada. Este año el teatro de la concesión tuvo lugar por la tarde, poco después de vestir y nombrar al caballero, otro acto destacable realizado por los Calatravos de Alcañiz. El resto de actividades comenzaron al mediodía, justo después del pregón público.
El objetivo de la organización es crear un viaje en el tiempo por las calles de la localidad, motivo por el que el pueblo entero se viste con los trajes típicos de la época para asistir al extenso repertorio de actividades programadas durante todo el día. Según el alcalde, Belmonte se convierte entonces en un punto de reencuentro para todos aquellos vecinos que regresan cada año a la localidad, así como un punto de peregrinación de turistas de zonas y poblaciones cercanas que visitan el territorio con motivo de la Semana Santa. «Esta es una fecha señalada en nuestro calendario. Hasta la pandemia recibíamos a muchísima gente», añadió Bayod.
También se pudo aprender sobre oficios artesanales con las diversas demostraciones y el taller de cerámica. Por otro lado, la música ocupó un importante papel, con la animación de los dulzaineros o las danzas. Belmonte también disfrutó de una exhibición y vuelo de aves rapaces que encandiló, sobre todo, a los más pequeños.
Belmontino dice
A estado muy bien gracias a todos los asistentes. Os esperamos muchos años mas. Gracias a todos… un belmontino
Belmontino dice
Gracias a todos x asistir a sido una buena obra de teatro y medieval. Os esperamos los proximos años vecinos del mezquin un saludo y gracias a todos