Belmonte de San José tendrá un parquin con alrededor de 45 plazas -una para autobuses- y un área para 6 autocaravanas a las afueras del casco urbano antes de que finalice el año. El Ayuntamiento invertirá en la adquisición del terreno -el antiguo campo de fútbol- y las obras más de 90.000 euros, un 80% subvencionado por la línea de infraestructuras del FITE de 2024; mientras que para el resto buscará otras ayudas. La nueva zona solucionará la falta de aparcamiento en el interior del municipio y potenciará el turismo desestacionalizado, que no deja de crecer.
La parcela urbanizada será de unos 4.000 metros cuadrados. El área de autocaravanas ofrecerá llenado de agua potable, vaciado de aguas residuales y, en principio, electricidad. También habrá merenderos y arbolado. El parquin para vehículos será gratuito y el de autocaravanas todavía tiene que estudiarse, aunque si fuera de pago sería solo para «cubrir costes». «Nuestro objetivo es facilitar servicios, tanto para vecinos, como para segundos residentes y visitantes», explica el alcalde, Alberto Bayod.
En la actualidad, hay dificultades para estacionar en el interior del casco urbano, sobre todo, en determinadas épocas. En Semana Santa, agosto o algunos fines de semana, por ejemplo, se solicita a los habitantes que aparquen en el extrarradio.
Incremento del turismo
El turismo en Belmonte se incrementa año tras año y beneficia al bar-restaurante, al multiservicio y a la casa rural. El punto de información, que ahora se está terminando de rehabilitar, contabilizó durante su apertura en 2024 -los fines de semana desde mitad de julio hasta finales de octubre- más de 1.000 visitantes. El número duplica el de 2023, cuando hubo 500, que a su vez multiplica por dos el del año anterior.
Además, estas visitas ya no solo se producen en fechas señaladas, sino que prácticamente todos los fines de semana e, incluso, entre semana pueden verse ciclistas, moteros y senderistas. Muchas de estas personas acuden a la oficina en busca de información y piden visitas guiadas que ofrecen los propios miembros del Ayuntamiento, así como voluntarios. «Ver la nevera, escuchar el órgano o recorrer las oliveras centenarias son algunos de los principales reclamos; aunque yo también recomiendo callejear por el casco y descubrir el ayuntamiento con su cárcel y lonja, que es BIC; las casas solariegas y algunos rincones encantadores. Además hay distribuidos paneles con fotografías de la población de hace más de 100 años», detalla Bayod.