Las calles de Calanda se han vuelto a convertir en una fiesta este fin de semana con motivo de la celebración del II Certamen Nacional de Tunas Villa de Calanda. Este año hasta nueve tunas-tres más que la edición anterior-son las que se han desplazado hasta la localidad para llenar con su música cada rincón en un evento que ya es una de las citas más esperadas por sus vecinos. «Cuando el año pasado terminó el certamen la petición de que se repitiera fue unánime por la población. Es un evento del que pudo disfrutar todo el mundo», afirmó Alberto Herrero, alcalde de Calanda.
Madrid, Vitoria o Zaragoza son solo algunos de los puntos de la geografía española desde donde los tunos llegaron este viernes a Calanda. De hecho, son muchos los que este año repetían visita al municipio después de «la grandísima acogida de la edición anterior». «La visita a Calanda ya es fija para nosotros. A las tunas nos gusta viajar a ciudades, pero es aquí, en los pueblos, donde realmente disfrutamos como reyes», dijo José Antonio, ‘El Sevi’, de la Tuna de Veterinaria de Zaragoza.
Pese a la previsión de lluvias, el buen tiempo-aunque nublado-permitió que tanto el viernes como el sábado los actos previstos pudieran desarrollarse con normalidad, incluyendo el acto central del certamen. Los niveles de afluencia de la edición anterior fueron superados especialmente en la plaza de España, donde los establecimientos volvieron a llenarse hasta largas horas de la madrugada mientras la música de los tunos no dejaba de sonar. «Al final de todo ello se beneficia la restauración y al comercio de Calanda. Creo que estas son las actividades que hay que hacer para promover la economía local», añade el alcalde.
La figura de la mujer en las tunas
La novedad de este año, sin duda, la marcó la visita de la Tuna Femenina del Distrito de Zaragoza, integrada por hasta 30 mujeres de distintas facultades a las que-por encima de todo-les une el amor por la música y el afán por representar la figura femenina en el mundo de las tunas. Estas llevaban sin tocar juntas desde el año 93 hasta que el pasado mes de abril volvieron a reunirse para participar en un acto organizado por la Tuna Masculina del Distrito de Zaragoza. «Fue un reencuentro que nos hizo recordar lo mucho que nos mueve cantar y tocar juntas. Gracias a ello decidimos retomar nuestra actividad y estamos muy felices. Las cosas pasan por algo y asistir a ese evento no fue casualidad», cuentan con alegría Teresa y Carmen Madueño, hermanas e integrantes de la Tuna.

La Tuna Femenina del Distrito de Zaragoza abrió caminó en una tradición que inicialmente estaba abanderada por hombres al ser una de las primeras tunas de mujeres que se constituyeron en toda España. Al hacerlo muchas de ellas ni siquiera contaban con estudios musicales, aunque esto no fue un obstáculo para poder tocar. «Aprendimos a hacerlo a través del oído y las enseñanzas de las que sí sabían. Ocupar nuestro espacio para nosotras era una necesidad«, afirman.
Aquellos años se vieron ‘interrumpidos’ por el crecimiento personal de la vida de cada una de ellas: matrimonios, familias, trabajo…Pero ahora todas han decidido volver a unirse al disponer de más tiempo para la tuna. «Estábamos algo oxidadas, pero enseguida nos pusimos en marcha con ensayos y actuaciones», añaden. Han regresado con muchas ganas, motivo por el que quieren participar en todos los actos posibles y, sobre todo, buscar la manera de asegurar el relevo generacional. «Nos gustaría que a nosotras se unieran nuevas chicas. Estaremos encantadas de poder enseñarles y acompañarles».
Su visita a Calanda ha sido para ellas un triunfo en cuanto a representación. De hecho, si el año que viene vuelven a asistir, tienen claro que les gustaría intentar que junto a ellas también participaran otras tunas femeninas que conocen. «Nos ha encantando el municipio. Ya lo conocíamos por los tambores y Buñuel, que también nos gusta especialmente. Es un evento que enriquece y que ayuda a revitalizar los pueblos. Y el disfrute de la gente es otro de los principales objetivos que tiene cualquier tuna«, concluyen.
Maravilloso. Vale la pena que se repitan otras ediciones. Enhorabuena al alcalde por su gestión