La Fresneda volvió a convertirse de nuevo en el epicentro nacional de piezas y objetos de coleccionista gracias a su XXII Feria de Antigüedades, Artes, Oficios, Monedas y Billetes. Una cita que se ha vuelto ya ineludible para muchos vecinos del Matarraña y el Bajo Aragón Histórico, pero también de otras Comunidades Autónomas. Las calles y plazas estuvieron abarrotadas durante todo el fin de semana, gozando la localidad de un gran ambiente al que, sin duda, contribuyó el buen tiempo y el sol. En total se colocaron 186 puestos, protagonistas de una cita que regresó tras la pandemia batiendo récords.
Durante el acto de inauguración, que tuvo lugar el sábado a las 12 del mediodía en la lonja, el alcalde de La Fresneda, Frederic Fontanet, hizo alusión a las dos ediciones en blanco por la pandemia y a la voluntad solidaria de este 2022. En ese mismo espacio se ubicaron varios puestos -tanto de venta de libros y pulseras como un taller de barro- cuyos beneficios se destinarán a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Precisamente estuvo presente, además de autoridades políticas, Javier Ibáñez, psicólogo de la AECC. Destacó Ibáñez la importancia de que la asociación esté presente en los eventos del territorio, a fin de visibilizar la enfermedad y también para poder informar a quien lo necesite de todos los servicios que presta la AECC. También estuvo presente en la lonja la Fundación Candela.
Además de los diferentes puestos, en lo que pudieron verse objetos y piezas de toda índole, también se celebraron talleres y actividades. Al callejear podían descubrirse antiguos oficios y artefactos, entre los que destacaron tanto los aperos de campo como las colecciones de monedas. Otra de las novedades que incluyó esta edición de la feria es que los más pequeños contaron con una zona infantil donde poder disfrutar, al igual que sus familias, de la cita en el Matarraña.
Ramón Celma, el impulsor
Detrás de que a finales de los años 90 se consiguiese que decenas de anticuarios de toda España llegasen a La Fresneda, está Ramón Celma, un fresnedino que fue durante más de veinte años el presidente de la Asociación de Anticuarios de la Plaza Real de Barcelona, epicentro nacional y europeo del coleccionismo y de las antigüedades. Fue en 1998 cuando Celma decidió organizar en La Fresneda un primer mercado de antigüedades y coleccionismo, apoyado por la entonces corporación municipal del Ayuntamiento. En esos primeros años el fresnedino logró traer hasta La Fresneda anticuarios de todo el país, y también de la vecina Francia.
La primera edición se celebró en septiembre y a penas contó con siete expositores, explicó Celma. No obstante, a ellos se unieron varios vecinos, que también salieron con sus objetos a sus respectivos portales en apoyo a esta cita. Sin embargo poco después se pensó que sería más interesante mover la fecha a Semana Santa, debido a la gran afluencia de personas que hasta el Matarraña acuden durante estas fechas. El primer edil recordó que fue una de las primeras ferias en atraer visitantes de otras comunidades autónomas. «Creo que el Matarraña es hoy lo que es en parte gracias a iniciativas como la que llevó a cabo Ramón Celma, consiguiendo atraer a mucha gente de otras comunidades y dando a conocer nuestro patrimonio histórico y cultural», concluyó Fontanet.
María dice
A ver…
Es semana Santa.
Está todo lleno a reventar.