El deportista caspolino, Carlos Anos Rodríguez, ha anunciado recientemente su retirada como jugador profesional de Fútbol Sala, una disciplina deportiva que no goza del trato mediático de otros deportes más populares, lo que dificulta a los jugadores de esta disciplina su desarrollo como deportistas profesionales.
Según explican desde la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Caspe, se trata de un deportista con un importante recorrido profesional, ligado a un deporte de gran relevancia en la localidad y del que Carlos ha sido «un ejemplo motivador, sobre todo, para la joven cantera de este deporte en Caspe». «Una muestra de hasta dónde les puede llevar la perseverancia, el esfuerzo y la pasión por un deporte», señalan.
Como muchos jóvenes caspolinos, sus inicios, a la edad de 5 años, se remontan a la escuela de Caspe, siendo elegido con tan sólo 17 años, el mejor jugador de Aragón. Caspe, Zaragoza, Guadalajara, Tudela, Peñiscola, Bakú en Azerbaiyán, Elche, Sevilla o Pistoia en Italia han sido las localidades a las que le ha llevado su faceta como deportista profesional.
En su palmarés cuenta con numeroso éxitos deportivos: ganó con la Selección Aragonesa el primer Campeonato de España logrado por esta selección; la Copa de Castilla la Mancha con el Gestesa Guadalajara; la Copa de Andalucía con el Betis; una liga en Azerbaiyán; ascendió a primera división con el Tudela Ribera; participó en varias Copas de España, una Copa del Rey, una Super Copa, etc., entre otros logros personales y de equipo de su carrera deportiva.
Pero quizás, el más importante, es haber convertido su pasión por el Fútbol Sala en su profesión durante alrededor de veinte años.
Según Anós, esta ha sido una decisión «muy difícil» porque ha tenido que decir adiós «a una carrera deportiva de muchos años. A mi sueño, a mi trabajo, a mi hobby, a mi pasión, a mi todo el fútbol sala».
«Me tengo que despedir de este gran deporte como es el fútbol sala que hasta ahora era mi trabajo. Me ha dado, me ha quitado, me ha hecho feliz, me lo ha hecho pasar mal, me ha hecho reír, me ha hecho llorar, y me ha hecho sentir bien y también sentir mal…», ha explicado Carlos Anós en redes sociales. «Pero lo más importante es que me hizo crecer como persona y me ha dado unos valores que jamás voy a perderlos, tengo que estar eternamente agradecido al habérmelo dado todo en mi vida».
Ha terminado sus declaraciones agradeciendo el apoyo de compañeros, entrenadores, directivos, aficionados, patrocinadores… «Por ayudarle a crecer como persona y como jugador y aportándole cosas diferentes».
