La Confederación Hidrográfica del Ebro va a invertir casi dos millones de euros en un proyecto de impermeabilización del embalse de Civán en Caspe. Se ha actuado ya en otras ocasiones en este pantano que regula el río Guadalope, por problemas de filtraciones, dado que está principalmente compuesto por un cimiento de yesos. Este material ha sufrido problemas de disolución en alguna de sus partes a lo largo de los años, por lo que ahora la CHE ha optado por reforzar la pantalla de impermeabilización, manteniendo así los caudales de filtración en valores aceptables.
Este proyecto deberá realizarse en un plazo de 9 meses tras la adjudicación de la obra. Ya se publicó la licitación con todos los detalles y han sido admitidas siete empresas del sector.
El pantano de Civán sobre el que se va a actuar consta de 52 metros de altura, 397,50 de longitud de coronación y 81,6 hm cúbicos de capacidad. Además, técnicamente está dividido en tres segmentos (A, B y C) y un estudio realizado sobre su estado ha localizado una problemática en cada una de esas partes según consta en la memoria del proyecto. En la primera de ellas se actuará sobre la ineficacia de la pantalla de impermeabilización en el cimiento de la presa en ese estribo, el derecho. Este es el punto fundamental de la actuación. En la segunda zona (B) se va a trabajar sobre la ineficacia parcial de la pantalla de impermeabilización en el cimiento de la presa, es decir, la galería perimetral. Y, por último, en el tramo C se han localizado pequeñas filtraciones. Además, también se mejorará la auscultación de la presa. Es decir, el medidor de la cota media de agua en las diferentes zonas a través de sondeos.
La intervención le asignará a la presa de Civán una mayor seguridad frente a las transpiraciones que sufre debido a los materiales con los que fue construida. La tipología del embalse, construido en materiales sueltos, y las características del terreno, le hacen más permeable en los estribos que en el centro. Por ello, rutinariamente se producen filtraciones que vierten agua al río Ebro.
El estribo izquierdo es normalmente la zona de infiltración más importante, con un caudal de pérdida estimado de 10 a 30 m3/día. En este se actuó durante el año 2021 pero, en esta ocasión, es el estribo derecho el que necesita una mayor reparación. Cabe destacar que la ejecución de este proyecto no supone un riesgo grave para el medio ambiente.
Anteriores actuaciones
Estas reparaciones son continuas ya que desde el inicio del embalse surgen grietas en la infraestructura. De hecho, desde que finalizó la construcción de este embalse en 1989, la estructura ha vivido diversas filtraciones, algunas de ellas con actuaciones de emergencia. De hecho, en 1991 ya se realizó una campaña de refuerzo de la pantalla de impermeabilización.
El macizo rocoso sobre el que se asienta la presa está formado por areniscas con intercalaciones y juntas rellenas de sales (yeso en su mayoría) de muy fácil disolución y arrastre, lo que ha originado a lo largo del tiempo su degradación. Particularmente en el estribo izquierdo debido a la existencia de filtraciones.