C. P. B. / Heraldo de Aragón
Con la Vaquilla y el venidero San Roque, Aragón iniciaría este mes lo que sería su calendario festivo en circunstancias normales. La covid hace que se prohíba cualquier celebración hasta el 31 de agosto, lo que incluye también las verbenas y «la actividad desarrollada en peñas o locales de reunión asimilados». No obstante, las autoridades sanitarias entienden que estas concentraciones son difíciles de controlar, habida cuenta de que el reciente regreso de Aragón a la fase 1 permite, incluso, las reuniones de 35 personas en un espacio cerrado.
La inquietud de los ayuntamientos ante el retroceso en la contención de la pandemia justo en el momento en el que se vuelven a programar pequeños conciertos o cine al aire libre es más que patente. Desde el Gobierno de Aragón asumen que «no se puede regular todo» y vuelven a apelar a la responsabilidad y la prudencia. Este lunes se reunió de forma telemática el Consejo Local de Aragón, que presidió la consejera de Presidencia, Mayte Pérez. Se abordó el asunto de las peñas y también de las «no fiestas» y se acordó una nueva reunión entre finales de julio y principios de agosto.
En lo que respecta a las peñas, ya el año pasado algunos consistorios llegaron a clausurar por decreto de alcaldía sus peñas recreativas ubicadas en chamizos, cuevas o centros juveniles. Con el decaimiento del estado de alarma y si no están constituidos como peñas, este año tendrán que conformarse con limitar horarios y aforos porque hay dudas jurídicas en torno al uso privado de estos locales alquilados por particulares para reuniones de amigos y familias.
La primera experiencia en lo que a segundo año consecutivo de «no fiestas» se refiere se está viviendo ya estos días en Teruel. El pasado día 2 deberían haber comenzado las fiestas del Ángel, pero no se ha programado actividad y, de hecho, apenas unos pañuelos rojos en la plaza del Torico evocan el espíritu festivo. «La pandemia no se ha acabado, hay que seguir con la mascarilla y guardando las distancias, porque queremos que las próximas fiestas sean como las de antes, sin restricciones», explica Toni Rodríguez, miembro de Interpeñas, para quien este año la «no Vaquilla» hay que vivirla con «paciencia y resignación».
Teruel fue un ejemplo de civismo en 2020 y la alcaldesa, Emma Buj, confía en que así vuelva a suceder este verano. La primera edil envía un mensaje de responsabilidad para toda la población y, especialmente, «para los más jóvenes, que son quienes en estos momentos están sufriendo la mayor incidencia».
El Ayuntamiento de Teruel confía en unas «no fiestas» tranquilas gracias a tres pilares, que son los mismos sobre los que harán sus planteamientos otras localidades como Calatayud o Caspe, que el mes que viene deberían celebrar sus populosos San Roque. En primer lugar, no organizar acto alguno con motivo de las fiestas. En segundo, hacer un llamamiento al sentido común y la responsabilidad individual. Y, en tercero, diseñar un dispositivo especial de seguridad, «con bastante presencia física en las calles», para que no haya aglomeraciones ni fiestas privadas, que están en el origen de los últimos brotes.
En la ciudad de los Amantes estos días se dejan ver patrullas conjuntas de la Policía Local y la Nacional que no solo vigilan el interior de los establecimientos, sino que atienden también los problemas se pueden dar en los grupos que se forman en las calles. De hecho, los hosteleros del ocio temen que se les vuelva a imponer restricciones si se detectan brotes como los de Mallorca o la Costa Dorada entre la población que aún no ha sido vacunada. De esta misma vigilancia, en el caso de las fiestas de los pueblos, ha de ocuparse la Guardia Civil, a quien se le recordará este año la necesidad de tener especial celo con las fiestas en las peñas.
La prohibición de fiestas populares hasta el 31 de agosto nos volverá a privar este año de imágenes tan icónicas de Aragón como los danzantes de San Lorenzo o los tomatazos del Cipotegato turiasonense.
¿Y qué pasará en septiembre? Para entonces, cuando supuestamente ya se habrá levantado la prohibición aguardan las fiesta de Alcañiz, Alcorisa o Andorra. «El veto a las fiestas, verbenas y otros eventos populares está vigente hasta las 0.00 del 31 de agosto. A partir de esa fecha, podrán autorizarse siempre que la evolución de la situación epidemiológica así lo permita», explican desde el Gobierno de Aragón, que considera que es pronto para realizar cualquier previsión.
José Luis Tomás dice
Y quien son estos para decidir, que pasa que solo cuentan las poblaciones grandes.
Para que se enteren en mi pueblo no hay discoteca ni pub ni terrazas con música ni conciertos con grupos de música.
En mi pueblo todo esto lo suple la fiesta mayor en la pista de frontón, allí durante 3 días tenemos baile discomòbil y vaquillas. Pero se ve que no podemos hacerlo. Hay más gente en la calle de los pub en Alcañiz cada noche que en mi pueblo en fiestas.
Si quieren no fiestas que lo hagan en poblaciones de más de 5000h. Pero la inmensa mayoría de por los de Aragón no llegamos a 1000h.
SEÑORES A NOSOTROS NO NOS REPRESENTAN!!!!
José Luis Tomás dice
***pueblos