Preocupación en Cretas ante la escasez de agua a la que vecinos, hosteleros, empresarios y ganaderos vienen padeciendo en los últimos años. Por ello el Ayuntamiento de Cretas demanda de forma «urgente» la construcción de una pequeña balsa destinada al consumo de agua de boca. Así se puso de manifiesto durante la reunión mantenida en Maella el pasado jueves con distintos agentes políticos y sociales, en un encuentro en el que se exigieron las balsas laterales pendientes de construcción en la cuenca.
Sin embargo durante el encuentro se planteó, como solución viable a corto plazo, solucionar la acuciante falta de agua que viven varios municipios del río Algars, especialmente Cretas pero también en las vecinas Lledó, Arens de Lledó y Horta de Sant Joan. Por ello el alcalde, Fernando Camps, anunció que están trabajando conjuntamente con el Instituto Aragonés del Agua para construir una balsa de 30 decámetros cúbicos de capacidad -30 millones de litros- en una ubicación muy próxima al futuro emplazamiento de la balsa de Pla de Serrats. En este caso su uso sería exclusivamente para agua de boca de los habitantes de la localidad y para usos industriales.
Se trataría de una obra de reducido volumen, cuantía y complejidad técnica por lo que desde el consistorio cretense esperan verla en marcha el próximo año. Sin embargo reconocieron que deben esperar a contar con todos los informes favorables y deberán buscar además líneas de financiación. «Es una obra sencilla de ejecutar y que para nosotros es muy urgente. Tenemos un grave problema con las restricciones de agua y todo ello lastra todo nuestro desarrollo», explicó Fernando Camps, alcalde de Cretas.
Cabe recordar que la localidad tuvo que restringir este año, por segunda vez consecutiva, el uso de agua de boca durante los meses estivales. Desde el consistorio explicaron que la falta de agua disponible perjudica no solo a los vecinos, si no también al pujante sector turístico y a las explotaciones ganaderas, que no pueden crecer con un problema ya cronificado de restricciones de agua. Añadieron además que la construcción de esta pequeña balsa, dado su reducido volumen, podría hacerse en pocos meses. «No podemos esperar más. Pensamos que es una solución fácil, factible y que nos solventaría el problema mientras llegan ya, por fin, las balsas laterales del río Algars», añadió Camps.
María dice
Pues han tenido tiempo para buscar soluciones. A todos los pueblos les ha costado sangre, sudor y lágrimas, tener agua suficiente y de calidad