El Bajo Aragón Histórico registró los 4 primeros meses del año más lluviosos en casi tres décadas. La persistencia y recurrencia de las borrascas y DANAs -Depresión Aislada en Niveles Altos- ha dejado hasta la fecha los registros de precipitación más altos desde, por lo menos, 1991 y en la mayor parte de los pluviómetros se ha recogido más agua entre enero y abril que en todo 2019, un año este último que puso la puntilla a sucesivos años de sequía. Observatorios como el de Aemet en Alcañiz han recogido ya 274 litros por metro cuadrado -mm- frente a los 243 mm de todo el pasado año. Las mayores cantidades se encuentran cuanto más al Este especialmente en las comarcas del Matarraña y Maestrazgo. Destaca el observatorio de Beceite con 537 mm. Registro tan solo superado en 1991 cuando en el mismo periodo hace 29 años se había alcanzado una cifra de 547 mm. De igual modo destacan distintos registros como el de La Iglesuela del Cid. Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, la localidad lleva ya 430 mm, frente a los 416 mm de todo 2019.
Además del impacto sobre los acuíferos y reservas hídricas, lo cierto es que estas lluvias logran dar la vuelta y paliar por completo la persistente sequía que afectó en los últimos años al secano bajoaragonés. «Ha sido un inicio de año excelente. El olivar se está recuperando de la sequía del año pasado y para el resto de arbóreos y el cereal esta lluvia ha sido inmejorable en la mayoría de los casos», explicó David Andreu, secretario general provincial de Uaga en Teruel. No obstante y a pesar del efecto beneficioso de las abundantes lluvias y de la gran nevada provocada por la borrasca Gloria, algunos cultivos como el almendro han registrado alguna plaga debida al exceso de humedad. Sin embargo las altas temperaturas de estos días están incidiendo positivamente en este cultivo.
Embalses hasta los topes
La abundancia y persistencia de las precipitaciones ha dejado su impronta en el nivel de los embalses de los afluentes de la margen derecha del Ebro que comprende todo el territorio. La práctica totalidad de los mismos están al 100% y los que no están en su máxima capacidad es debido a que se ha procedido a desembalsar agua para prevenir futuras riadas. Es el caso de los embalses de Gallipuén en el río Guadalopillo, con 3,7 hectómetros cúbicos -hm3- y Cueva Foradada, en el río Martín con 22,1 hm3. Ambos están al 100% y continúan rebosando agua por el aliviadero. Por su parte el embalse de Pena, en el afluente del Matarraña del mismo nombre está al 95,4% y embalsa 17,1 hm3. En este caso ha sido necesario proceder a su desembalse hasta en 3 ocasiones en lo que va de 2020 para evitar su total llenado.
Pena tiene aún capacidad para retener 0,8 hm3 más. Una capacidad que, previsiblemente, no se completará por el elevado riesgo de riadas que presenta la cuenca del Matarraña. Asimismo, el trasvase Matarraña-Pena de Beceite continúa cerrado debido a que el embalse no admite más agua. Algo que sin duda se ha notado de forma muy positiva en el ecosistema fluvial y en el aspecto del río Matarraña a su paso por Beceite. Misma situación en los embalses de Calanda, al 91,5% y Puente de Santolea, al 80,6% en el río Guadalope, que almacenan 49,6 y 14,2 hm3 respectivamente y que hubiesen podido llenarse pero que mantienen un «colchón» para poder amortiguar, dado el caso, una nueva hipotética avenida. En el tramo bajo el embalse de Caspe se encuentra al 90,2% y almacena 73,6 hm3.
Riadas recurrentes
Todo ello, cabe recordar, después de que a lo largo de todo el año los ríos del territorio experimentaron intensas y frecuentes riadas. Destacaron el río Guadalope con hasta 4 crecidas que llegaron a rebasar los 130 metros cúbicos por segundo –m3/s- a su paso por Alcañiz. Uno de los principales responsables de estas riadas en el Guadalope fue el Bergantes, tras recibir de forma persistente intensas lluvias en su cabecera, en la comarca castellonense de Els Ports. En el Matarraña han sido hasta 5 las intensas avenidas que el curso principal y sus afluentes el Tastavins, Algars, Pena y Ulldemó han registrado. La más intensa sin embargo se vivió tras el paso de la borrasca Gloria con niveles de caudal que rozaron los 400 m3/s en el río Matarraña y los 350 m3/s en el Algars, lo que situó la punta del caudal del Matarraña en Fayón por encima de los 700 m3/s. Pese a que estas riadas no provocaron graves daños, lo cierto es que multitud de azudes, presas, pasos y pistas agrícolas del entorno de los ríos de la cuenca se vieron afectados.
Recurrencia de borrascas y DANAs
Las sucesivas situaciones protagonizadas por borrascas y DANAs –Depresión Aislada en Niveles Altos-, acompañadas por vientos húmedos con origen en el mar Mediterráneo han sido las responsables de esta abundancia de lluvias. La debilitación y ondulación del denominado frente polar, que suele estar situado en latitudes más altas, ha facilitado la formación de zonas de bajas presiones y bolsas de aire frío en altura sobre la península ibérica. Este tipo de perturbaciones que suelen situarse en el centro peninsular, suelen terminar desplazándose hacia el Este por lo que favorecen la inestabilidad y las lluvias abundantes en todo el Bajo Aragón Histórico, especialmente cuanto más al Este. Por el contrario, los años de sequía suelen darse cuando el frente polar es más estable y favorece la llegada de vientos y frentes del Oeste, procedentes del Atlántico, que llegan hasta el territorio con muy poca humedad.
Desde Aemet avisaron de que se avecina una nueva situación de lluvias, en este caso de carácter tormentoso y que afectará a todo Aragón. Por ello aunque serán precipitaciones más irregulares, podrían alcanzar intensidad de carácter fuerte y provocar, de forma puntual, nuevas crecidas en los distintos afluentes del Ebro, tanto en la margen derecha como, especialmente, en la margen izquierda. «Vamos a estar muy pendientes de la situación que se va a producir el domingo porque si bien parece que será algo más intensa en el Norte de Aragón, puede afectar también de forma clara a toda la provincia de Teruel», añadió Requena.
Agua que habubiese llenado las balsas
Los municipios de las localidades del río Algars recordaron que de haber estado hechas las balsas de Pla de Serrats y una pequeña balsa de abastecimiento de agua de boca en Cretas, ya estarían llenas y garantizarían reservas suficientes para esta y la próxima campaña. Cabe recordar que municipios como Cretas, Lledó, Arens de Lledó y las vecinas localidades de Arnes y Horta de Sant Joan llevan arrastrando años de crónica falta de agua y en los últimos dos veranos los cretenses padecieron las restricciones de agua. Cabe recordar que en sus 75 kilómetros de recorrido el río Algars no cuenta con ninguna infraestructura de regulación. «Es una pena porque toda esta agua habría llenado ya las balsas y tendríamos reserva para cuando vuelva la sequía», explicó el alcalde de Cretas, Fernando Camps. Además de las balsas del Algars, continúan pendientes de financiación y ejecución las balsas del río Tastavins y las de Val de Beltrán y Val Figuera en el Matarraña.
ARAGONES dice
Antes de supraregular en Matarraña, habrá que gastarse alguna perra en el Tastavins, ??? No ???
Aquí no se ha hecho nunca NADA
Mary dice
Y si no fuera por los «sistemas antigranizo» para proteger el melocotón de Calanda, habría llovido aún más.
Si no hay cosecha en el secano, los animales silvestres no comen y por tanto no crían.
No se sabe que va a pasa con el secano, pero hay que proteger el melocotón.
Mañico dice
Por fin hay alguien que se atreve a decirlo, porque los ecologistas de esto tampoco hablan.
En todas las comarcas fruticolas los sistemas antigranizo estan deshaciendo las tormentas y dejando el monte seco año tras año, aunque este año gracias a la ausencia de aviones no les esta funcionando tanto.
Tanto que hablan los ecologistas de defender el medio ambiente creo que deberian meterse un poco mas en esto, aunque no creo que lo hagan ya que eso seria actuar contra fuertes intereses economicos y eso no interesa.
Observador dice
Datos sobre meteorología nos indican que nos encontramos en una de las zonas de Aragón donde más tormentas se originan a lo largo del año. Hoy en día, en el mercado existen múltiples medios tecnológicos para contrarrestar el granizo, algunos de ellos ya llevan generando polémica desde hace unas décadas, otros como por ejemplo las mallas anti-granizo quizás resulten igual de efectivas y con menos molestias ajenas.
En ciertas zonas agrícolas de México, donde se colocaron cañones anti-granizo para proteger ciertas cosechas, las quejas por parte de agricultores que se dedican a otra clase de cultivos no tardaron en llegar, lo que hace suponer que estos sistemas quizás afecten a la pluviometría en algunos casos.
Al final, como siempre, lo más importante es hacer frente al problema y si con ello no generamos malestar hacia otras personas pues mucho mejor.
Anónimo dice
Pues si, es lamentablemente que cada vez que hay tormenta de repente se esfume,
¿ Por arte de magia ?, Lo que son unos egoístas, la gente que trabaja el campo en secano también tiene derecho a que de vez en cuando llueva, el monte también se alegra, pero aquí nadie hace nada por frenar las avionet…
Mañico dice
No son solo las avionetas
Son unos pequeños quemadores tipo los de las calderas de calefaccion que estan colocados estrategicamente por donde entran las tormentas, con uno solo puedes abarcar cientos de hectareas y que queman y lanzan a la atmosfera yoduro de plata.
Con esto unido a la alta contaminacion de los aviones adios tormentas.
Es un tema tabu en los medios de comunicacion pero que existe
Lo de siempre Don Dinero manda
MJLOSCOS dice
Encuentro a faltar en este artículo mención al embalse del río Escuriza de Alloza, afluente del río Martín.