En el certamen han participado alumnos de 5º y 6º de Primaria de 19 colegios del Bajo Aragón Histórico
Pablo Higueras ha sido el ganador del concurso de cuentos de Navidad de Radio La Comarca. Recibió un pack de entradas para Dinópolis. Su colegio fue premiado con un lote de libros donados por Librería Miguel Ibáñez de Alcañiz; Santos Ochoa de Alcañiz y Serret de Valderrobres. Los relatos fueron valorados por los trabajadores del Grupo La COMARCA. En el certamen han participado alumnos de 5º y 6º de Primaria de 19 colegios del Bajo Aragón Histórico
Érase una vez, en un pueblo de Teruel, unos niños que vieron algo asombroso: justo antes del día de Navidad, un elfo que llevaba puesto en la cabeza un gorro de color negro, como el que llevaban los ladrones. Los niños se preguntaron si era un ayudante de Papá Noel.
De repente pasó algo muy extraño, todos se olvidaron de que lo habían visto y aparecieron en sus casas. El siguiente día era Navidad y todos lo celebraron pero, cuando Papá Noel trajo los regalos, los niños vieron una sombra negra que entraba por la ventana, rápido como el viento cogió los regalos y se fue tan rápidamente como había entrado. Los niños se fueron a investigar, descubrieron muchas huellas dactilares que no eran de persona, pero investigaron e investigaron y encontraron todas las huellas del mundo y pensaron: «¡qué raro!» y siguieron investigando. Vieron que era muy bajito, tan bajito que les llegaba a la pantorrilla y observaron que era posible que hubiera gente en el mundo bajita pero… ¡No tanto!
Siguieron investigando y encontraron lo más importante: un cascabel. Estaba hecho de oro puro y sonaba maravillosamente. Era lo esencial porque cuando el ladrón entró por la ventana y salió, sonó el mismo tintineo que cuando los niños lo agitaron. Pensaron y pensaron y pensaron hasta que supieron lo que era: ¡Un elfo! Entonces les vino a la memoria cuando vieron ese elfo.
Justamente entonces los niños fueron a buscarlo y lo encontraron en una cueva. Estaba con los regalos de todo el mundo. Los niños le preguntaron: «¿qué haces con todos los regalos del mundo?» Y el duende les contestó «no me pararéis». Los niños no lo entendieron. En un instante desapareció con todos los regalos. Entonces se escuchó una voz que decía: «La cueva explotará en cinco… cuatro… tres…». Antes de que pudiera acabar los niños ya estaban fuera de la cueva.
Los niños vieron en el suelo un papel: ¡Era un plan para irse a Siria! Los niños no se lo pensaron y escaparon con equipaje para todo un año. Pasaron por lo menos por ocho países y cuando llegaron a Siria vieron que había una gran guerra civil. Nada más entrar pasaron a una casa que parecía segura. No podían soportar el ruido de las bombas, pero para ellos lo más importante ahora era atrapar a ese duende y descubrir por qué lo había hecho. De repente vieron en la oscuridad al elfo lleno de heridas y rasguños. Rápidamente fueron hacia él, y en vez de preguntar qué había hecho con los regalos, fueron y cogieron el botiquín que llevaban en la mochila pequeña. Entre todos lo curaron y le dieron un poco de agua. Cuando se recuperó le preguntaron por qué había hecho eso y por qué estaba en Siria. El elfo se puso a llorar y les dijo:
-Lo siento mucho, pero a los niños y niñas de Siria no les visita Papá Noel desde hace siete años. Cuando hay guerras, Papá Noel no visita esos lugares. Pero como esta guerra es tan larga, cada vez que llegaba la Navidad, tenía más pena y ya no lo podía soportar.
-Lo entendemos… ¿podemos hacer algo para ayudarte? Ya sé que no somos muchos pero al menos podremos hacer algo. No tenemos magia como Papá Noel pero…
-¡Sí!
-¿Qué te pasa ahora?
-¡Podéis tener magia como Papá Noel durante esta noche! Tengo una bolsa de polvos mágicos que me prestó Papá Noel por si me encontraba en un apuro.
-¿No nos convertiremos en pequeños gordos y barbudos?
-¡Ja, ja, ja! No. Solo os hará ser tan veloces como una libélula.
-A que adivino: nos convertirán en bichos.
-¡Que no! Solo tendréis magia durante una noche para ayudarme a repartir los regalos.
-Vale.Entonces los niños repartieron los regalos por todas las casas de Siria. Luego los niños se fueron a sus casas usando la misma magia. Cuando llegaron al pueblo, Papá Noel les esperaba en persona. Y les dijo:
-Gracias por ayudarme a repartir regalos en Siria. Lo están pasando muy mal, ya lo habéis visto.
-No hace falta que nos des las gracias. Al contrario, ha sido la Navidad más fantástica de nuestra vida.
-Como os habéis portado tan bien os haré un regalo: cada vez que sea Navidad tendréis poderes mágicos como los que habéis usado para repartir regalos. A partir de entonces, los niños se lo pasaron genial todas sus Navidades.
trini dice
los niños, lo entienden todo perfectamente y tienen un corazón grande y limpio, siempre que tengan adultos a su alrededor que sepan educarlos con estimulos positivos y coherenia, el cuento es muy bonito, el mensaje muy entendible…un gran aplauso para Pablo Higueras