T.S. Eliot dijo algo parecido a que un buen poema debía ser un resumen de toda la poesía en general. Pues bien, gratos lectores, esta novela que hoy me place recomendaros: «LO DEMÁS ES AIRE», ambiciona relatar la historia de la humanidad desde Toñanes, una pequeña aldea de Cantabria de dos kilómetros cuadrados. Ni más, ni menos. Y todo ello, además, metido en unas 500 páginas de un descomunal virtuosismo narrativo.
El artífice de toda esta maravilla es JUAN GÓMEZ BÁRCENA, un escritor nacido en Santander en 1984 que en estos últimos diez años se ha labrado una de las trayectorias más brillantes, y prometedoras, de la nueva literatura española. Cada libro de relatos, cada nueva novela que sale de su mano, además de recibir múltiples galardones y elogios de la crítica y los lectores, no hace más que consagrar un talento apenas comparable con cualquier otro nombre de su generación. Si bien esta novela, que es la nueva, puede decirse que es la primera que comenzó a escribir, pues lleva toda la vida sumergido en ella. Quizás lo hiciera ya desde niño, cuando jugaba a encontrar fósiles y huesos de dinosaurios por las calles de la pequeña aldea.
Toñanes dista siete kilómetros de Santillana del Mar y nueve de Comillas, y allí paso gran parte de su infancia el autor, y allí, a ese centro del mundo, ha querido volver para novelar esta descomunal historia. La historia de Emilio y Mercedes que se acaban de comprar una segunda residencia: una casita cerca del mar. Tienen ahorros, dos niñas y un bebé en camino. Aún no saben que la gestación se complicará tanto que dudarán hasta el último momento si su hijo llegará a correr por esa tierra. Es primavera de 1984 y quedan seis meses para salir de cuentas (el lector debe de dar gracias que todo saliera bien, pues ese niño esperado era, en realidad, JUAN GÓMEZ).
Pero también es 1633 y es invierno y Juan y Juliana acaban de perder a su tercer bebé; y es 1947 y Luis y Teresa están bailando en la romería; y es 1753 y Francisca está aprendiendo a escribir en secreto; y también 1937 cuando todo el pueblo está escondido en una cueva huyendo de los bombardeos de la Guerra Civil; pero también es el Cretácico, cuando un ammonites tiene que morir para que un niño pueda encontrarlo en 1995. Todo, todo sucede en el mismo lugar y al mismo tiempo, en esa aldea que solo tiene treinta y dos casas, una iglesia y ningún bar.
En «LO DEMÁS ES SILENCIO» el relato va de atrás hacia delante, y viceversa; la historia corre, y se cuenta, a un ritmo vertiginoso, pues una frase puede abarcar cinco siglos. Además, los acontecimientos van fechados en los márgenes del texto, como los párrocos registraban antaño cada nacimiento y cada defunción.
Es la historia de un pueblo a lo largo de los siglos y a través de todos sus habitantes. Partiendo de una extensa investigación histórica y con recursos propios del montaje cinematográfico, JUAN GÓMEZ se vale de la literatura para llegar donde los documentos oficiales no alcanzan y elabora la biografía de un lugar que es también la biografía emocional de todo un país (de toda la humanidad).
En verdad, todo un acontecimiento literario que solo podemos resumir con las sabias palabras de nuestra Irene Vallejo: «Por un lugar de Cantabria, más pequeño y más grande que el universo, pasan los siglos como caminantes. Con prodigiosa sabiduría literaria, «LO DEMÁS ES SILENCIO» atrapa la pleamar de la historia en las gotas de unas vidas minúsculas».
Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz