DGA se ha comprometido a equiparar apicultura y ganadería extensiva. UAGA, tras negociar durante 4 meses con el Departamento de Agricultura, aplaude este avance que permitirá a los apicultores acogerse a las ayudas que se establezcan desde las diferentes administraciones para salvaguardar a la ganadería extensiva.
Desde el pasado mes de febrero, los apicultores han venido denunciando la delicada situación en la que se encuentra el sector tras dos campañas de miel desastrosas y soportando además el aumento de los gastos de producción derivados de la guerra de Ucrania y también de la sequía, sin que la apicultura fuese incluida en ninguna de las medidas aprobadas por el Gobierno en el año 2022. «Nuestra principal cosecha, que es el romero y el tomillo, no ha producido flor por la sequía. No podemos producir miel por segundo año consecutivo. La viabilidad de las explotaciones está en jaque», destaca Alberto Allué, responsable del sector apícola en UAGA. «Estamos hablando de que ya solo queremos hacer frente a gastos básicos y a deudas de inversión. La situación es extrema», añade Allué.
UAGA siempre ha considerado a la apicultura como una ganadería extensiva más por todos los beneficios medioambientales que derivan de esta actividad, principalmente por la labor polinizadora y de mantenimiento de la biodiversidad que desempeñan las abejas. En ese sentido, la organización agraria señala que está demostrado científicamente el incremento de producción que supone la polinización de las abejas para las cosechas, «más del 75 % de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización».
La independencia de la polinización realizada por insectos que prometen las variedades «autofértiles» es una quimera como ha quedado demostrado, apreciando incrementos de producción solo del 20% en esas variedades de almendros y de hasta el 100% en variedades convencionales. Sin embargo, la situación actual, tal y como alerta desde hace tiempo el sector apícola de UAGA, es crítica para las abejas. La varroa (ácaro que se alimenta de la abeja) es el principal factor que está mermando la población de las colmenas, pero la afección más importante han sido las intensas olas de calor del verano pasado (precedidas de heladas en la primavera) y la sequía de este año.