El Instituto Aragonés del Agua prevé adjudicar la concesión en septiembre
Nuevo intento de poner en marcha la planta de depuración de purines de Valderrobres. El Instituto Aragonés del Agua, IAA, ha sacado a concurso la explotación y gestión de las instalaciones de la capital del Matarraña para su inminente puesta en marcha. El Gobierno de Aragón, propietario del complejo, que desde su finalización en 2010 tras una inversión de 8 millones de euros no ha llegado a funcionar nunca, otorgará la concesión sin cobrar alquiler por el uso de las instalaciones, es decir, a «coste cero» Según explicaron desde DGA, la prioridad es «favorecer» el interés general.
La intención del IAA es otorgar, en régimen de concurrencia competitiva, la concesión de esta planta junto con las de Capella y Zaidín en Huesca. El pliego de condiciones establece una concesión a 20 años, con la opción de prorogarla, a partir de esa fecha, cada 5 años.
La publicación en el Boletín Oficial de Aragón tuvo lugar el pasado 18 de julio y otorga un plazo de 30 días hábiles para la presentación de las distintas ofertas. Por ello el plazo finalizará el 30 de agosto y la apertura de sobres se hará el lunes 3 de septiembre. Los interesados podrán solicitar la documentación técnica de los proyectos al Instituto Aragonés del Agua
Pese a que desde el territorio existe el temor de que el concurso quede desierto, al parecer varias empresas habrían manifestado su interés por las instalaciones de Valderrobres. «Esperamos que este nuevo intento de poner en marcha la planta de purines salga adelante y poder comenzar así a resolver un problema que nos preocupa a todos», explicó Carlos Boné, alcalde de Valderrobres.
Otra de las condiciones que establece el pliego es un coste máximo para el ganadero de 2 euros por metro cúbico de purín y 1,5 en el caso de que sea el propio ganadero el que se ocupe de su transporte. Sin embargo las empresas que opten a gestionar la planta podrán rebajar el precio. Además de depurar, la empresa adjudicataria podría utilizar las instalaciones para producir y comercializar compuestos químicos a través del purín, así como generar electricidad en las instalaciones de generación de biogas que posée la planta.
Durante todos estos años una empresa de seguridad y mantenimiento ha velado por la conservación de estas instalaciones. Asimismo, las explotaciones ganaderas del entorno se encuentran conectadas a la planta de purines mediante una red de tuberías diseñada para evacuar el purín. El año pasado se detectaron varias deficiencias en dichas tuberías que fueron subsanadas.
Por su parte, la planta de purines de Peñarroya de Tastavins, que costó 6 millones de euros, tendrá que esperar después de un infructuoso intento de ponerla en marcha por parte de un grupo vizcaíno que fundó una filial con varios socios de Valderrobres
Problemas por contaminación
En todos estos años no solo no se ha solucionado el problema de los purines en la zona si no que incluso la situación se ha agravado llegando a contaminar algunos acuíferos y aguas subterráneas. En La Portellada los vecinos estuvieron 3 años, entre 2013 y 2015, sin poder consumir agua de boca debido a la contaminación del manantial del que se surtían, junto al río Tastavins, y tuvo que ser necesario buscar y construir una nueva toma de agua. También en Cretas se registraron subidas en el nivel de nitratos en varios manantiales. Y en La Fresneda durante el verano de 2015 la localidad también presentó problemas de contaminación de nitratos y tuvo que ser necesario acotar un perímetro en el que se prohibió el vertido de purines. Distintas medidas adoptadas que pasan por prohibir el vertido de purines en distintas zonas, han logrado frenar el impacto de este tipo de contaminación.