La plantación del pistacho se ha incrementado en los últimos años, como alternativa a los cultivos tradicionales. Pero son pocas las plantas de procesado de este fruto no solo en Aragón, sino en España. Jaime y Marcos Valero, dos hermanos de 27 y 25 años respectivamente, nacidos en Andorra, pusieron en marcha una de estas plantas el pasado mes de septiembre en su localidad.
Su familia tiene una explotación agrícola en la que empezaron. Sin embargo, hace tres años decidieron lanzarse a crear su propia planta de procesado de pistacho, que este pasado septiembre realizó su primera campaña.
«El proyecto comenzó en el año 2018 cuando decidimos instalar una plantación de pistachos en la explotación familiar«, explicó Jaime Valero, gerente de la planta. Actualmente tienen plantadas 16 hectáreas, pero próximamente van a ampliarlas hasta alcanzar las 25 hectáreas de cultivo. «Con el paso de los años vimos que íbamos a tener la necesidad de procesar el pistacho, por lo que decidimos lanzarnos a crear nuestra propia planta», aseguró.
En su planta se procesa y seca este fruto una vez que se ha recolectado en las explotaciones agrícolas. Es un proceso muy rápido porque el pistacho debe ser tratado en las 24 horas siguientes a ser recolectado para que no se eche a perder.
El proceso comienza con la retirada de las hojas y ramas del pistacho. A continuación se pasa por una peladora en la que se elimina la piel del fruto. En ese momento se hace una primera clasificación, en función de su calidad, y se introduce en el secadero. «Debemos secarlo y bajarlo a una humedad óptima que permita que se mantenga en el tiempo», aseguró Valero. Este año los hermanos han procesado pistachos de terceros, al no tener todavía producción propia, «pero esperamos que el año que viene podamos trabajar con nuestros propios frutos», añadió.
Asimismo viendo las posibilidades de desarrollo que ofrece este producto, en un futuro ya tienen pensado ampliar la maquinaría que compone la planta, e instalar máquinas que hagan una clasificación del pistacho teniendo en cuenta el tamaño. También prevén adquirir una herramienta que permita separar los frutos abiertos de los cerrados, mecanizando más el proceso de tratamiento y por tanto agilizándolo.
El fin que se busca con esta última máquina es poder abrir los pistachos que se recojan cerrados y posteriormente poder venderlos como pepitas o para uso en hostelería. «Podríamos darles diferentes usos, distinto al que estamos más acostumbrados a ver y consumir que es el pistacho en forma de snack», explicó Jaime Valero.
Para la puesta en marcha de la planta contaron con ayudas MINER, dirigidas a proyectos empresariales generadores de empleo que promuevan el desarrollo alternativo en las zonas mineras, como es el caso de estos hermanos de la Villa Minera.
Sin embargo no ha sido un proceso fácil en poner en marcha esta planta de procesados, porque han tardado dos años en conseguir comprar la parcela donde instalar la planta de procesado. Pero están satisfechos de poder trabajar en su localidad. «Al final cada uno tiene que buscarse las oportunidades y no esperar que nadie te ofrezca nada, porque es probable que nadie te venga a salvar», defendió Valero.
jose maria tremps dice
«Al final cada uno tiene que buscarse las oportunidades y no esperar que nadie te ofrezca nada, porque es probable que nadie te venga a salvar»
Con ese pensamiento y con vuestra juventud y esfuerzo, seguro que vais a triunfar. Enhorabuena
. dice
Ganarás el pan con el sudor de tu frente, te suena eso
Martha dice
Empresa de jóvenes y valientes
Éxito
Jose Miguel dice
Lo que no han comentado es la subvencion o ayuda que les han otorgado, dame pan y dime tonto. A mi en 41 años no me han dado ni las gracias. Si te dan dinero para montarla gratis, yo también la montaría
Nacho dice
Las ayudas del MINER son del maximo del 25% de la inversión y ya te digo que entre tramites, permisos, planes, licencias, impuestos y similares y se gasta uno eso y más. No le quites mérito a los chicos que tienen muchísimo. Animo!!