La Diputación de Teruel actuará en las localidades de La Fresneda y Lledó para asegurar un correcto abastecimiento de agua potable. Así se desprende del acuerdo marco establecido entre la institución provincial y ambos ayuntamientos además de Lanzuela y Almohaja. De este modo, la DPT, tras llevar a cabo un estudio hidrogeológico, comenzó hace varios días a sondear distintos emplazamientos de las citadas localidades en busca de sendas nuevas captaciones. En el caso de La Fresneda se pretende establecer una nueva captación proveniente de las aguas del río Matarraña.
Se pretende, de este modo, dejar de depender del actual pozo de captación después de que, en varias ocasiones, haya arrojado valores de concentración de nitratos superiores al máximo nivel permitido de 50 miligramos por litro. «Estamos llevando a cabo, especialmente en el último año, análisis exaustivos y sabemos que unos pocos días al año nos salen análisis desfavorables, por ello queremos solucionar este problema», apuntó Frederic Fontanet, alcalde de La Fresneda.
Lo cierto es que aunque buena parte del año las concentraciones de nitratos arrojan valores próximos a 0, durante determinadas épocas los valores suben de forma repentina. «Queremos estar tranquilos en ese aspecto», concluyó Fontanet. El consistorio cree que la nueva captación podría ser una realidad el próximo verano y estima en 21.000 euros el coste del sondeo y 35.000 la construcción de un nuevo pozo, algo que, en este último caso irá financiado al 70% por la DPT y el resto con fondos propios. Por su parte, la elevación de aguas, una vez esté el nuevo pozo construido, correrá a cargo del consistorio en una obra que costaría 25.000 euros.
Lledó quiere asegurarse el suministro
Por su parte en Lledó los sondeos se están llevando a cabo en una zona muy próxima a la actual captación aunque, en este caso, por una problemática distinta. La irregluaridad del río Algars, curso fluvial que discurre cerca del casco urbano, causa problemas en buena parte de las localidades ribereñas entre las que se encuentra Lledó. Durante la época estival y durante algunos inviernos, la falta de caudal provoca que el consistorio deba de tomar medidas extraordinarias para garantizar el suministro de agua potable a todos sus vecinos. Por todo ello, la Diputación de Teruel está llevando a cabo varios sondeos para asegurar un aporte extra en caso de escasez de agua. «Estamos muy agradecidos a la Diputación de Teruel por esta actuación gracias a la cual, podremos resolver, en parte, un problema que nos preocupa», explicó María Teresa Crivillé, alcaldesa de Lledó.
Sin embargo desde el consistorio quieren resolver este problema a largo plazo y por ello plantean la construcción de una balsa de 10 millones de litros de capacidad para poderla llenar en épocas de abundancia de agua y solucionar, de este modo, el problema de abastecimiento. Desde el ayuntamiento recordaron que los depósitos municipales apenas tienen capacidad para asegurar el suministro en caso de escasez y por ello, apuntaron, dadas las características de relieve del término municipal, la solución idónea pasaría por construir una balsa. Una solución que, de igual modo, contemplan otras localidades ribereñas como Cretas.
Cabe recordar que el río Algars no cuenta con ninguna infraestructura de regulación en todo su recorrido. «Contamos, en estos momentos, con un gran caudal disponible, pero hay muchos veranos e inviernos en los que el río se seca. Por ello queremos contar con una infraestructura que nos permita guardar para cuando tengamos necesidad», apuntó Crivillé, quien recordó que la captación presenta, de igual modo, problemas en caso de avenida importante. Por ello el consistorio tiene la intención de acceder a fondos FITE para poder acometer la ejecución de esta balsa.
Marta Foz dice
Los pueblos que rodean els Ports estamos viendo que cuando llueve cae mucha agua en 2 días y se pierde toda y luego se puede tirar 4 meses sin caer una gota. Solución balsas laterales para la regulación y que en verano nuestros ríos mantengan un caudal mínimo ya que son necesarios para consumo de boca, granjas, regadio y turismo.