Continua la «incertidumbre» entre los alcaldes de la comarca del Maestrazgo tras haber solicitado «que se paralice el proceso de reagrupamiento y alejamiento de las cuadrillas de su territorio» el cual fue derivado «de un procedimiento inacabado» del diseño del nuevo operativo de prevención y extinción forestales del Gobierno de Aragón, que pretende llevar a cabo el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente. Tras haber enviado el viernes un escrito formal pidiendo una reunión con el Consejero de Agricultura, Joaquín Olona,- aunque el malestar se manifestó ya hace dos semanas a través de los medios de comunicación -, estos todavía no han recibido «ninguna respuesta». «No nos han contestado ni nos han dado audiencia», confirmó el presidente de la comarca, Roberto Rabaza. Esta misiva se sumará a la que ya enviaron días antes de forma conjunta una decena de alcaldías de toda la provincia de Teruel.
Según los firmantes, en el caso del territorio, la cuadrilla de Cantavieja se reagruparía con Mosqueruela, la de Ejulve con Montalbán y la de Albalate con la de Belchite y pasarían a ubicarse en Lécera. En los tres casos, la cuadrilla se trasladaría a la segunda localidad, algo que ha sentado como un jarro de agua fría.
En el escrito remitido a la Consejería los alcaldes denuncian «falta de consideración y decoro» con los Ayuntamientos afectados por el posible desplazamiento de las cuadrillas forestales ya que según recalcan en el documento remitido, el Director General de Medio Natural y Gestión Forestal, Diego Bayona, había lanzado una localización de los nuevos centros de trabajo y se ha dirigido a algunos ayuntamientos para comunicarles dónde se van a ubicar las nuevas cuadrillas agrupadas,pero «en ningún momento» se ha puesto en contacto con los ayuntamientos de donde se pretenden eliminar. Advierten además de que la propuesta de agrupamiento y reubicación de los centros de trabajo se ha lanzado «sin tener en cuenta al colectivo de los Agentes de Protección de la Naturaleza e Ingenieros Forestales, guardianes y gestores de sus montes.
Entre las consecuencias del proceso destacan que esta medida «como otras tantas pensadas desde la gran ciudad», va en contra contra la lucha de la despoblación. Tal como explicó el presidente comarcal, cada una de las cuadrillas integran a entre 7 y 9 personas, la gran mayoría procedentes del territorio, lo que supondría un «agravio considerable», la necesidad de desplazamiento. «La cuadrilla supone 7 puestos de trabajo, 7 familias ocupadas que pueden ayudar a mantener los municipios, que si desaparecen aceleran el ocaso de los mismos».
Entre otras consecuencias advierten de que el traslado derivará en un mayor tiempo de respuesta y por tanto en que los conatos tengan un mayor desarrollo con más daño a las masas forestales, e incluso a los bienes y población. En el caso del Maestrazgo, tal como han detallado los ediles, se dejarían zonas de «alto riesgo totalmente vacías sin medios con los que atajar los incendios». Entre los sitios más sensibles están nombran al Valle del Guadalope «Villarluengo, Masías de Ejulve, Montoro de Mezquita). También la vecina Sierra de Arcos (Ariño, Estercuel, Crivillén), entre otras. Alertan además que alejar a las cuadrillas supondrá un mayor desplazamiento y por tanto un menor tiempo de «trabajo efectivo» de los tratamientos preventivos.
Mejorar condiciones pero «no así»
¡Los alcaldes denuncian en su escrito que la reubicación y agrupamiento de las cuadrillas forestales se ha lanzado «sin disponer de una propuesta lo suficientemente avanzada» como para poder reflejar una ubicación correcta ya que esta dependerá de «diferentes factores y criterios a tener en cuenta», tal como dispone el proceso de participación ciudadana en marcha.
Asumen que este diseño del nuevo operativo «no piensa en los problema de las emergencias por incendios forestales, sino en solo mejorar las condiciones de las cuadrillas forestales, aspecto que comparten. «Por supuesto se deben mejorar estos centros de trabajo para que sean dignos, pero el problema son las emergencias por los incendios», destacaron.
Este diseño desoye además la Ley de Montes Estatal y Ley de montes Aragoneses, que implica velar «en todos los casos por su conservación», contradiciendo además la Ley de Protección Civil y Atención de Emergencias de Aragón que debe velar por la «proximidad e inmediatez» de la acción pública e integración de planes y recursos, tal como reza el escrito, aún a la espera de una respuesta oficial por parte de la Consejería.
alfonso dice
La verdad, eso de que no contesten a un escrito lo llevo fatal. Sólo demuestra prepotencia y desprecio. Lo sabemos muy bien en el Castellote con Ramón Millan.
Josep Ribés dice
¡¡¡ Que no esperen más !!!. Crear bioenergía para biomasa y sus pertinentes equipos de recuperación y limpieza de restos vegetales y ya lo teneís.