La campaña de la almendra está a punto de concluir con una estimación de entre 16.000 y 18.000 toneladas de almendra pepita recolectada en Aragón y cerca de 80.000 toneladas recolectadas a nivel nacional.
Dentro de estos datos globales, Bernardo Funes, responsable de frutos secos de la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG), destaca los problemas climatológicos que han condicionado la temporada en el caso de la producción de secano. «Ha sido una campaña marcada por la sequía en muchísimas comarcas, en el Bajo Aragón Histórico estamos hablando de unas producciones muy mermadas por la falta de agua», afirma. Por esta misma razón el tamaño de la pepita no ha sido óptimo, lo que disminuye el peso total de la producción.
Sin embargo, es la producción intensiva de regadío la que ha tenido mayor peso dentro del global de producción. «Con muchísimas menos hectáreas (15%) esos intensivos están produciendo muchas toneladas de almendra pepita», explica Funes.
La perspectiva de futuro es que en los siguientes años se «triplique o cuadriplique» la producción a nivel nacional. Si esto ocurre se pasaría de entre 70.000 y 80.000 toneladas de producción anual a 250.000 toneladas. «Veremos si los mercados emergentes como India o China, que tienen un tirón importante dentro del consumo de frutos secos, y el mercado nacional junto con las exportaciones podrán absorber esa cantidad de posible producción en un futuro bastante inmediato», detalla el responsable de frutos secos de COAG.
El gran nivel de producción de regadío tendría un efecto directo sobre los altos precios de la almendra que se mantienen en la actualidad. «Hay dudas de que se pueda aguantar los altos niveles de los precios» afirma Funes. Esto tendría un enorme impacto en la rentabilidad del 85% de la superficie de secano que está produciendo cantidades muy inferiores. «En el mejor de los casos el secano produce 100 kg de almendra pepita por hectárea, con unos precios bajos tendríamos un problema muy grave para la rentabilidad y para poder mantener las exportaciones en funcionamiento», explica.
La gran desigualdad entre los dos sistemas, secano y regadío, hace necesario un plan de reconversión urgente de los sistemas de producción. «No se está atendiendo por parte de del Ministerio ni del Gobierno de Aragón. Evidentemente ahí tenemos una asignatura pendiente», denuncia Funes.
La producción de secano se enfrenta año tras año a «problemas estructurales» producidos por las sequías muy prolongadas, el deterioro de los árboles, y también su vejez. «Hay muchísima superficie con una edad de 30 años o más desde su plantación», comenta Funes. Las lluvias de las últimas semanas, si bien la campaña está a punto de concluir, tiene mucha importancia de cara a la temporada siguiente y a la recuperación de los árboles. «Ahora con estos litros el árbol va a recuperarse y se va a revitalizar para la floración siguiente», explica Funes. Eso sí, habrá que estar con la mirada al cielo porque las lluvias futuras tendrán que acompañar al cultivo de la próxima temporada.
Maria dice
El problema del secano, son los sistemas antigranizo, se arregla una cosa y se pierde otra.
Con el sistema antigranizo, se dispersan las pocas tormentas de verano, que son fundamentales para el secano (olivo, almendro y el monte)
Teruel siempre dice
Pues si, la naturaleza tendría que llevar si curso. Es una lástima que las tormentas de verano desaparecen » por arte de magia», luego nos quejamos que no llueve.