El gran Aquiles. El genial Aquiles, el deslumbrante Aquiles, el divino Aquiles… Cómo se amontonan los epítetos. Pero nosotras no lo llamábamos así; lo llamábamos el Carnicero».
Bueno, pues, amigos, así de deslumbrante comienza esta admirable novela que lleva por título: «EL SILENCIO DE LAS MUJERES», y con la cual la británica PAT BARKER da una nueva vuelta de tuerca a ese descomunal poema que significó el comienzo de toda la literatura europea: la Ilíada. Y así lo quiere significar ella misma cuando pone, como cita inicial del libro, un pequeño pasaje de «La mancha humana» de Philip Roth: «¿Sabéis cómo empieza la literatura europea? -pregunta el profesor-. Con una riña. Toda la literatura surge de una pelea de dos violentos personajes… Se pelean por una mujer, una muchacha en realidad. Una chica robada a su padre, raptada durante una guerra».
La guerra de Troya es, sin duda, uno de los episodios más esplendorosos de la historia común de la Humanidad. El rapto de Helena por Paris, el enfrentamiento armado de los aqueos contra la ciudad y sua aliados…, todo ello ha dado lugar a un gigantesco armazón de temas que se han visto reflejados, a lo largo de los siglos, en el arte, en el pensamiento y en la literatura. Esa es la grandeza del poema homérico.
PAT BARKER utiliza, como han hecho antes que ella otros muchos escritores, una parte de toda esa trama para crear su historia novelada. No se trata, pues, de una novela histórica, sino de una novela sobre historia, sobre una historia mítica que ha sido tan novelada que, a veces, cuesta distinguir la realidad del deseo.
La transgresora novedad de la BARKER estriba en que esa parte de esa historia que nos quiere contar esta narrada desde la perspectiva de las mujeres, de las no combatientes. En concreto, de Briseida, la esposa del asesinado rey Mines, que le correspondía como botín de guerra a Aquiles, pero que Agamenón se la robó (ahí empieza todo: «Canta diosa, la cólera de Aquiles…»). Esa reina, pues, convertida en esclava, es la que elige la BARKER para ser la voz de todas las mujeres que en la «Iliada» apenas hablan, como figurantes sin texto, pero que gimen y lloran a menudo. Así, vamos descubriendo esas angustias, ese dolor de miles de esclavas tratadas como cosas o animales, siempre al tanto de que el agua del baño esté caliente, la comida a punto y el vino bien mezclado, tan silenciosas y rápidas para acudir al lecho como para abandonarlo cuando ya han sido utilizadas por los hombres que han matado a sus esposos y a sus hijos.
Este acercamiento de PAT BARKER a los interiores de una guerra y al papel de las mujeres en ella, nos llega hasta nuestros tiempos como un puñetazo en la conciencia. ¿No es verdad?
En definitiva, una mirada literaria diferente a la «Ilíada»: una novela poderosa y memorable sobre el más grande de los mitos griegos. Muy, muy aconsejable.
Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz