La competición internacional universitaria incrementa un 40% en nivel de participación respecto a la última edición
La actividad no frena en el paddock del circuito de velocidad de Motorland Aragón. Este domingo se librarán las carreras pero, desde el miércoles, los equipos trabajan en poner a punto sus prototipos de motocicletas. Decenas de actividades, como charlas, presentación de proyectos o el Foro Tecnológico para empresas, llenan la programación. Así pues, la hora de la verdad ya ha comenzado para los 1.500 estudiantes de las 74 universidades que participan en el V Motostudent.
La competición, promovida por la Fundación Moto Engineering, es un desafío que tras meses de estudio y teoría, se librará sobre el asfalto del circuito de velocidad este fin de semana. Los estudiantes han tenido que diseñar y desarrollar un prototipo de motocicleta de carreras en categorías Petrol o Electric. Además de realizar un proyecto industrial basándose en un estudio de mercado de la demanda, con un coste máximo de 4.850 euros si se trata de una moto de gasolina y de 9.750 si es eléctrica.
Desde la primera edición en 2008, y contando ya la presente, han pasado 5.000 estudiantes por las instalaciones. Todos estos años suponen 3,5 millones de inversión en I+D+i por parte de las universidades que hacen auténticos esfuerzos por presentar su prototipo. Motostudent ha crecido un 40% en inscripción respecto a la última edición celebrada en 2016 y el triple respecto a la primera. «Se les da el mismo trato que a Rossi o a Márquez, y tienen las mismas instalaciones y servicios que un equipo de Moto GP», explica el director de la Moto Engineering Foundation (MEF) y de Technopark Motorland, Daniel Urquizu.
Los efectos van más allá. El impacto se hace notar en redes sociales, -donde se hace especial hincapié-, en repercusión en medios de todo el mundo y en visitas en la web de la competición con más de 100.000 entradas.
Los visitantes virtuales se completan en reales con el desembarco que supone la llegada de 74 equipos. «Les acompañamos en todo y también en alojamiento en Alcañiz y alrededor porque tenemos equipos en La Cañada de Verich, por ejemplo», señala. En el circuito se está moviendo una población activa de más de 1.500 personas en una cita abierta a todo el público. El acceso es libre y gratuito y para toda la familia y ayer los niños de los colegios de Alcañiz ya pudieron disfrutar de la experiencia con actividades para ellos.
La Torre de Babel
Desde el miércoles, los boxes son un hervidero. A estas alturas todos los equipos están instalados, con todo a punto y con las primeras «rodadas hechas». Para muchos es la primera vez pero otros acuden a una competición en la que ya han estado grupos de su universidad en ediciones anteriores.
Viajes muy largos en muchos casos, como el que se ha marcado los estudiantes de universidades de Canadá, India o México. Salvar estas distancias es un reto añadido. En piezas llegó la moto diseñada en la Universidad de las Fuerzas Armadas Espeel de Ecuador. Compiten en Petrol y una vez en el box se dedicaron a montarla y a ponerla a punto con el objetivo de mejorar el papel del grupo de la misma universidad que compitió en la última edición. «Nos iremos de la misma manera, por piezas, pero con la satisfacción de haber hecho un gran papel en esta bonita competición», dicen.
Después de 18 meses trabajando en un proyecto es lógico que haya tensión en el box pero lo que impera es el buen humor. «Cuerpo, corazón y alma le ponemos porque representamos a nuestro país», añaden mientras prueban «la computadora reprogramable», una de sus innovaciones.
Cerca ondea la bandera de Italia, país que aporta siete universidades. De ellas, cinco en Petrol y dos en Electric. En esta compite la Universidad de Bolonia con el equipo UniBo Motorsport que ya tiene experiencia desde 2009 en Formula Sae (algo similar pero con coches). El año pasado se animaron con Motostudent y asumieron el reto de preparar una moto eléctrica que saltará a pista a competir con el resto. «El secreto es tener un grupo bien organizado en sus parcelas y tener el soporte de la universidad y «partners» que creyeron en nosotros», explica Alessandro Neri en un buen español. «Los estudiantes ponen todo de su parte. Es divertido y excitante aunque no olvidamos que es una competición y ahora estamos muy concentrados», añade el profesor que elogia así la labor del equipo que ha movilizado a 50 personas hasta Alcañiz.
Decidieron participar en Motostudent al contar con el apoyo de «partners» como Ducati. «Les entusiasmó y aquí estamos, creo que tenemos una moto muy competitiva y volveremos más veces a Alcañiz», remata. Como profesor, valora este tipo de proyectos. «En un año lo aprenden todo sobre cómo funciona un equipo, una empresa… Son muy importantes».
Importante desembarco también el de la Escuela de Ingenieros de Vitoria. Son unos cuantos y se alojan «cerca de Alcañiz en una casa rural» por lo que lo primero es hacer la lista de la compra. «No nos ponemos de acuerdo», ríen. Es la primera vez de este grupo en Alcañiz que llega animado por las experiencias contadas de compañeros anteriores y tienen confianza en la moto. «Estar con toda esta gente que hace lo mismo, que traen sus propuestas, es muy interesante. Al menos, por eso, será productivo», dice Iñaki Bueno.
Respecto a la moto, reconocen que hasta el último momento han estado «resolviendo» problemas, entre ellos, la entrada de aire al motor pero atrás quedan muchas horas de trabajo extra fuera de las clases y la satisfacción de ver la máquina a punto de entrar en una pista de Moto GP ya lo vale. «Le hemos puesto mucho cariño, eso sí», advierten antes de continuar con la lista.
Para Enric González, del equipo e-Ride ETSEIB (Universidad Politécnica de Cataluña), es el primer año en Motostudent pero, al igual que el cuadro de Bolonia, ya tienen experiencia en otros tipos de concursos parecidos en vehículos eléctricos, como por ejemplo, uno de bicicleta urbana. «Decidimos saltar a Motostudent y eso nos ha supuesto muchas horas de trabajo pero es una experiencia que recomiendo a todo el mundo», dice. Lo explica mientras mira la moto que acaban de colocar en el box.
«Ver el ambiente y que el prototipo en el que has trabajado durante dos años, tiene buena pinta… Es una pasada». Respecto al esfuerzo y lo que aporta más allá de las clases es «más conocimiento, trabajo en equipo y trabajar según unas reglas porque encima va un piloto y hay que contemplarlo todo».
El papel de los pilotos
Todo está controlado, incluso quién pilotará la moto que ellos han diseñado. En el box de la Universidad Politécnica de Madrid está Sara Romero, lleva el brazo en cabestrillo por una caída tan reciente que le impide pilotar. Es también estudiante de Ingeniería en Tecnologías Industriales y está con los suyos. En la última edición sí que pilotó y solo tiene buenas palabras.
«Fue increíble, muy emocionante porque además fue la primera electric y en un circuito como este, que simboliza tanto, así que, estaba atacada. Íbamos todos de nuevas hacia algo desconocido y fue inolvidable», explica. «Llevaba dos años esperando este momento y me he accidentado pero vengo de «coach»», comenta divertida. Sobre su moto dice que es una «maravilla», ya que «se mueve muy bien, va sola».
Dice que cada equipo es un mundo y cada moto es distinta. «Encima de ella todo es importante para el piloto, en el caso de las eléctricas es complejo porque es algo muy nuevo y es difícil detectar qué falla pero van muy bien. Hay gente que reniega pero creo que es el futuro aunque se echan de menos las marchas y el ruido», concluye.
Aragón tiene mucho peso este fin de semana. El equipo de estudiantes de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (EINA), Motostudent Unizar, presentó el miércoles los dos prototipos con los que competirán.
Javier Marco dice
Y los horarios de los eventos de los acontecimientos que se van ha realizar, no los he visto por ningún lado
Gracias
Etc
Vanessa dice
Felicitaciones y adelante .. Ecuador está muy bien representa por la.Unoverdad ESPE adelante y felicitaciones