«La Chipranesca, la fruta más fresca»
Francisco Negro Gasque
Gerente de la Sociedad Cooperativa La Chipranesca
TRAYECTORIA DE LA CHIPRANESCA
La Sociedad Cooperativa La Chipranesca S.C.L tiene una larga trayectoria (de más de 30 años) en la producción de fruta en la zona de Caspe y Comarca. Su trabajo no ha hecho más que aumentar durante la pandemia, además de coincidir con la campaña frutícola, que es su principal preocupación en la actualidad.
El origen de La Chipranesca data del año 1985, y solo dos años después de su constitución, el colectivo abrió una central de 1.500 m2 y 4 cámaras frigoríficas con un volumen de 3.760 m3 de frío normal para poder comercializar la fruta de sus socios. En el 91 fue calificada como O.P.F.H. (Organización de Productores de Frutas y Hortalizas) y en el 96 hubo una ampliación importante de socios, hectáreas y producción que condujo a un gran número de inversiones, ampliando la central en 2.200 m2.
También hay que destacar la entrada en producción de las fincas de sus socios que han pasado de producir 800 toneladas (Tm) en 1988, a 8.708 Tm en 2009, y 10.656 en 2014 y 12.319,26 ( Tm) en la campaña 2017. En la actualidad cuenta con 34 socios y certificaciones de BRC. GLOBALG.A.P. GRASP. Y PRODUCCIÓN INTEGRADA. La Chipranesca S.C.L. está reconocida para frutas (albaricoque, melocotón, nectarina, ciruela, cereza, higos, pera y paraguayos).
La Chipranesca está adherida a la Denominación de Origen Melocotón de Calanda, siendo uno de los principales productores de melocotón certificado.
La Sociedad Cooperativa La Chipranesca lleva trabajando más de 30 años en la Comarca del Bajo Aragón-Caspe/BaixAragó-Casp, principalmente en el término municipal de Chiprana, con el claro objetivo de mejorar el funcionamiento de la sociedad, adaptándose a las necesidades del mercado. Las máximas de la organización son reducir costes en general, respetar el medio ambiente, y concentrar la oferta en la zona.
Con sus casi 550 hectáreas, La Chipranesca es una de las cooperativas más importantes del Bajo Aragón Histórico y produce alrededor de 12 millones de kilos anuales de fruta (entre albaricoque, melocotón, nectarina, ciruela, cereza, higos, pera y paraguayos). Las más recogidas son el melocotón, la nectarina y después, en menor medida, el paraguayo. Su trayectoria ha ido en aumento en los últimos años, de la misma forma que la superficie plantada.
En cuanto a las ventas, gran parte de su clientela viene de mayoristas y de la exportación. «Vivimos un momento muy complicado en el campo, los productos locales no están lo suficientemente valorados y solo nos queda exportar fuera de Aragón, los precios han mejorado aunque solo tímidamente», explica el gerente Francisco Negro.
Sin embargo, parece que la actual situación puede revertir este problema: ahora los consumidores están eligiendo más el producto local con el objetivo de ayudar a los negocios del territorio. «Vemos que se apuesta más por la calidad, por lo de aquí, nos gustaría que se implementase en la sociedad en consumo de cercanía, que esta tendencia permaneciese».
Respeto al medio ambiente
De las acciones desarrolladas por esta Organización de Productores en el ámbito productivo hay que destacar la potenciación de técnicas de producción respetuosas con el medio ambiente, como ejemplo su apuesta por fomentar el empleo de Técnicas de Tratamientos Integrados en Agricultura y la instalación de placas solares.
Durante el mes de mayo La Chipranesca ha instalado 100 KW de placas solares que le suponen un ahorro del 20 – 25% en el consumo de electricidad. «Esto ha sido una primera experiencia, una toma de contacto, y la verdad es que estamos contentos con el resultado por lo que seguro que en un futuro estudiaremos una posible ampliación», comenta el gerente. Su instalación tendría que haber tenido lugar a comienzos de años pero se ha retrasado por la propagación del coronavirus.
La Chipranesca ha instalado 100 kw de placas solares que suponen un ahorro energético de entre el 20 y 25%
El campo, esencial en nuestras vidas
La crisis sanitaria ha dejado patente la importancia y lo esencial que es el campo en nuestras vidas. La actividad no ha cambiado nada, sino que incluso ha aumentado debido al comienzo de la campaña frutícola, que está siendo muy distinta a lo habitual.
Además de todos los problemas de cada temporada, el gerente de La Chipranesca asegura que en la presente campaña de recolección y manipulación de la fruta tienen la complicación añadida de haberla comenzado en pleno estado de alarma, lo que les ha supuesto un aumento de los costes de mano de obra del 20% por la pérdida de mano de obra más especializada.
El aumento del gasto total durante el periodo de manipulación de la fruta se debe a la adaptación de la sociedad a las nuevas exigencias sanitarias propias de la crisis de la Covid- 19: se han visto en la obligación de adquirir EPIs necesarias para que trabajen los empleados de la cooperativa con la máxima seguridad frente a esta situación actual (guantes, mascarillas, gel hidroalcohólico…). Además de todo ello uno de los mayores problemas ha sido encontrar la mano de obra adecuada.
Suelen necesitar alrededor de 160 trabajadores durante la campaña frutícola. Los contingentes con los que contaban de países como Rumanía no han podido cruzar la frontera hasta ahora y han tenido que valerse de trabajadores con falta de experiencia en la agricultura que han aumentado también el tiempo de las labores agrícolas en general. Ahora comienzan a llegar los primeros grupos de trabajadores experimentados.
Otra de las principales preocupaciones de la organización, como cada año, es la climatología. Las lluvias del mes de abril perjudicaron seriamente a las cerezas, y las tormentas de granizo que se han producido en la comarca también han perjudicado a otros cultivos.
«Después de todas las adversidades que se nos han presentado esperamos que no haya muchas más tormentas en lo que resta de verano», señala Francisco Negro. La agricultura siempre atiende a la inmediatez, a lo que está ocurriendo en el campo: su preocupación no es otra que la presente campaña frutícola, poder sacarla adelante un año más.
