La diversificación permite a Milián Quílez sortear la pandemia

Esteban Milián Quílez

Gerente de Milián Quílez Construcciones

Plantilla: 44 personas

TRAYECTORIA

La empresa Milian Quílez Construcciones se fundó en 1998. Procedía de los años 80, cuando comenzó el padre del actual gerente, Esteban Milián, como autónomo de la construcción en Calanda.

El calandino Esteban Milián es positivo y al hablar desprende optimismo y ganas de salir adelante. Su empresa no ha sufrido el alcance de la pandemia más allá de las dos semanas que la actividad industrial estuvo parada pero es consciente de que otros sectores del territorio bajoaragonés ya están notando la crisis y eso repercutirá en toda la sociedad.

Su empresa, Milián Quílez Construcciones S.L. ha podido sortear por el momento los efectos de la ralentización económica y social ya que está muy diversificada. Se dedica a la construcción tanto en la obra pública como subcontrata como con el particular, un taller mecánico y el servicio de grúas.

Eso sí, Esteban reconoce que aunque este año está «cubierto» porque las licitaciones de obra pública se realizaron mucho antes de la pandemia, es una incertidumbre lo que ocurrirá en 2021 con las arcas de las administraciones muy mermadas por los esfuerzos económicos para hacer frente al coronavirus en todas sus vertientes.

«Ahora estamos tranquilos y nos siguen llamando, por ejemplo, para el mantenimiento de carreteras pero, ¿qué pasará el próximo año? Ahí está el miedo», reflexiona el calandino.

Trabajadores ejemplares

Cuenta con 44 trabajadores de los que destaca que están siendo «ejemplares» desde el comienzo de la pandemia. «Están a la altura de las circunstancias, se involucran tanto con la seguridad como con los cambios de horarios que se están produciendo. Percibo esa implicación día a día en todo lo que hacen», afirma Esteban. La empresa no se ha  acogido a ningún ERTE pero sí que han solicitado un préstamo ICO para tener liquidez del que destaca que llegó «muy rápido».

La obra pública y privada en la que trabajan como subcontrata continúa ahora su actividad con normalidad salvo por las medidas de protección y porque las grandes empresas de Zaragoza están optando por la jornada continua de 7.00 a 15.00.

Milián Quílez está presente en la construcción de la nueva presa de Santolea, en el outlet de la antigua fábrica de Pikolín o en un parque eólico en la provincia de Zaragoza. «Vamos muy protegidos y empleando el desinfectante siempre que es necesario. En la obra hay muchos trabajos que hay que hacerlos juntos, que es imposible la distancia social», apunta el calandino.

Con el cliente particular sí que tuvieron problemas durante el confinamiento a la hora de entregarle en mano el presupuesto pero ese hándicap ya está salvado y, de hecho, están teniendo más demanda de construcción de piscinas, reformas de viviendas y cambios de cubiertas, entre otros trabajos. Otros veranos solían levantar una y ahora tienen tres encargos. Percibe que el particular «quiere gastar», un cambio que el joven lo achaca a que la pasada Navidad cayó la lotería en Calanda y a que se prefiere la seguridad sanitaria del baño privado.

Operario de Milián Quílez provisto de mascarilla en la obra de Santolea

Operario de Milián Quílez provisto de mascarilla en la obra de Santolea

Ahora estamos tranquilos y nos siguen llamando, por ejemplo, para el mantenimiento de carreteras pero, ¿qué pasará el próximo año? Ahí está el miedo.