Este Miércoles Santo se cumplieron los peores presagios y, al final, la lluvia hizo imposible que la Hermandad del Nazareno saliera a las calles alcañizanas a procesionar. La de este año es la segunda vez, la primera fue en 1966, en que debido a las inclemencias meteorológicas se suspendiera la procesión.
Fue un duro golpe para los componentes de la junta directiva en particular, que han trabajado con tesón durante los meses previos, pero también para el resto de nazarenos que vieron como su ilusión por recorrer las calles de la localidad se truncó después de dos años de no poder hacerlo debido a la pandemia. Tanto es así, que en algunos de ellos las lágrimas corrieron por sus mejillas, aunque quedaron mimetizadas tras el caperuzo blanco. Sin embargo, esta circunstancia no hizo que dentro de la iglesia mayor no tuviera lugar la celebración en la que sonó con fuerza y con ritmo la banda de tambores y cornetas de la hermandad. También los pasos del Nazareno, el Cristo Atado a la Columna, La Verónica y la Cruz Morada; todos bellamente engalanados, realizaron un pequeño recorrido que finalizó cuando se le rindieron honores.
Todo ello, fue seguido con detenimiento por los hermanos mayores de honor y turno, Vicentina Calvo y Miguel Navarro, que en unión a la junta directiva encabezada por Ana Belén Andreu contemplaron desde el altar lo que sucedía. También lo hizo un numeroso público que a pesar de lo desapacible de la noche no quiso perderse un instante que seguro para muchos de ellos perdurará para siempre en su memoria.
Una vez concluido el evento en el que el olor del incienso impregnó la atmósfera todos se desearon mejor suerte para la Semana Santa de 2023 en la que esperan procesionar.
Así vamos dice
Viva Cristo Rey!!!!!!