La familia de Gerardo Correa, el vecino de Alcañiz de 48 años que sufrió un grave accidente en la Monumental hoguera de Castelserás en 2019, ha denunciado en el Juzgado de Teruel al Ayuntamiento tras haberle denegado la indemnización por responsabilidad patrimonial de 313.507,20 euros (en el escrito inicial, modificado con las pruebas presentadas a posteriori, era de 309.243,20 euros). La víctima, que recibió un golpe en la cabeza por un trozo del álamo durante la tradicional tala, padece daños cerebrales irreversibles -su capacidad de comprensión es equiparable a la de un niño de 6 años– así como espasticidad en el lado izquierdo del cuerpo (mano, pierna y dedo gordo del pie). También sufre memoria a corto y medio plazo, ansiedad, obsesión, agresividad con su entorno y autoagresividad, llegándose a romper la mano él mismo en una ocasión.
La principal diferencia entre la familia y el Consistorio es si cuando se realizó la reclamación, en enero de 2022, ya había prescrito o no el plazo (un año desde la estabilización de las secuelas). El Consistorio alega que las secuelas ya se conocían en mayo de 2020 y, por lo tanto, ya había prescrito cuando la familia pidió la indemnización en 2022. Por su parte, el abogado de la familia defiende que las secuelas no se estabilizaron hasta el 2021, e incluso 2022, según los diferentes informes médicos presentados. Además, el Ayuntamiento también alega que el alcañizano era conocedor de cómo funcionaba la hoguera y que se colocó «libre y voluntariamente» en el lugar del suceso.
La familia
El Tribunal Médico de la Seguridad Social le concedió a Correa la invalidez absoluta (sufre un 54% de discapacidad), la de mayor grado, el día 18 de enero de 2021. Hasta ese momento -según explica el abogado de la familia, Ricardo Orús- no se pudo cuantificar adecuadamente la indemnización y conocer la suma que realmente le correspondía a la víctima. La reclamación se presentó a través de la sede electrónica del Ayuntamiento de Castelserás el 17 de enero de 2022, dentro del plazo de un año. Asimismo, el informe del dentista atestigua que el alcance de las secuelas bucodentales no se supo hasta el 19 de febrero de 2021.
Además, un texto presentado por el abogado de manera posterior a la reclamación inicial, señala que la secuela de la espasticidad (actividad de los músculos) no pudo calificarse hasta la emisión del informe de rehabilitación del 28 de julio de 2021. En él, se explica cómo la secuela, según el baremo, pasó de merecer en abril de ese año 35 puntos a serle atribuidos solamente 25 en julio. Finalmente, un nuevo informe médico confirma que la rehabilitación de la espasticidad no fue paliativa, sino curativa, y por tanto el plazo de un año para reclamar debería empezar a contar a partir del 24 de febrero de 2022. «El error del médico de la aseguradora del Ayuntamiento radica en que no ha tenido en cuenta los documentos que se aportaron en el escrito de junio de 2022», matiza Orús.
El Consistorio
Por su parte, el Ayuntamiento defiende en su escrito que las lesiones están debidamente identificadas desde febrero de 2019, cuando Correa recibió el alta de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Asimismo, recuerda que en el informe clínico de consultas del Servicio de Neurología -fechado el 23 de marzo de 2020– queda patente que la víctima tiene un traumatismo craneoencefálico grave y que ya ha sido dada de alta, siendo objeto solamente de revisiones de forma ambulatoria. Del Servicio de Rehabilitación, Correa recibió el alta el 20 de mayo de 2020.
Por tanto, el Consistorio sostiene que cualquier reclamación interpuesta más allá del 20 de mayo de 2021 está fuera de plazo. «No puede ser que la fecha de prescripción se derive a momentos posteriores a recibir el alta médica, sin que haya un acto médico de trascendencia que cambie sensiblemente el estado de las lesiones o secuelas», rezan las conclusiones de la municipalidad. Además, critica que los tres hitos temporales a los que se acoge la acusación «los fijan porque son los momentos que más le convienen para poder reclamar la indemnización sin que corra el plazo de prescripción». Este medio ha intentado contactar con el alcalde, Óscar Soriano (PP), sin obtener respuesta.
Además, la familia defiende que los tratamientos rehabilitadores que ha recibido Correa hasta el 2021-2022 son curativos, es decir, que han reducido las secuelas de la víctima. Por su parte, el Consistorio argumenta que los tratamientos posteriores a las altas médicas son paliativos. La diferencia es que los curativos reducirían la cantidad económica con la que el Ayuntamiento tiene que indemnizar a la familia. Tras denegarle la indemnización, la familia de Gerardo Correa inició el pasado mes de diciembre de 2022 un proceso contencioso-administrativo en el Juzgado de Teruel.
La otra víctima sí fue indemnizada
Sin embargo, la mujer que sufrió una fractura en el brazo en el mismo accidente que Correa sí que fue indemnizada por el Ayuntamiento de Castelserás -a través de su aseguradora MGS Seguros-, quedando así patente el reconocimiento de su culpa en los hechos. No obstante, en el caso del alcañizano, el Consistorio niega que haya «relación de causalidad entre el funcionamiento del servicio público y la lesión producida». Señala que la víctima «había participado desde sus años de juventud» en la hoguera en honor a San Sebastián -declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón-, y conocía los puntos donde ubicarse «para verla sin riesgo o con el menor riesgo posible». «Si se hubiera colocado en las calles laterales o dentro de la lonja hubiera estado protegido, pero libre y voluntariamente se ubicó en la zona por donde entran los taladores del árbol», insiste.
En la demanda que la familia de Correa presentó al Ayuntamiento de Castelserás se indica que las lesiones producidas por la caída del árbol se podrían haber evitado con un adecuado estudio de seguridad y vigilancia del evento. El acto tampoco contaba con un equipo sanitario. El atestado policial recoge la declaración del alcalde que gobernaba cuando ocurrió el accidente, Javier García (PSOE), en la que expresa que «no había existido ningún dispositivo de seguridad, salvo una grúa para coger el tronco cuando cae en alguna casa y mangueras y trajes ignífugos para la extinción de algún incendio».
No obstante, en las conclusiones del expediente administrativo, el Consistorio señala que el evento se celebró «con las medidas indicadas en el Protocolo de Seguridad remitido al Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción de Alcañiz». Además, subraya que establecer una zona de seguridad para minimizar el riesgo al máximo «supondría impedir prácticamente el acceso de espectadores pasivos al festejo».
Cambio en la póliza del seguro
A raíz del accidente, el Ayuntamiento de Castelserás cambió la póliza de su seguro de responsabilidad civil incluyendo las hogueras de San Antón y San Sebastián como actos muy significativos para el municipio y aumentando la cobertura de daños personales y materiales. Las nuevas condiciones exigen que haya un médico y una ambulancia desde que se enciende el fuego hasta el fin de la tala, y que se corten las calles principales con vallas para impedir la circulación de vehículos en la plaza.
En febrero de 2022, el alcalde del municipio, Óscar Soriano (PP), -en declaraciones a La COMARCA- aseguró que estaban redactando un reglamento sobre medidas de seguridad para seguir en las hogueras, a través de un proceso de participación ciudadana. «Habrá que aprobarlo en pleno y se espera que esté vigente en 2023», señaló. Sin embargo, según ha podido saber este medio, tan solo se llegó a celebrar una reunión a la que asistieron una decena de vecinos y, a escasos días de que vuelva a prenderse la Monumental hoguera, no existe ningún reglamento de seguridad.
Cristina Gómez: «Lo que más me duele es que nos tachen de mentirosos»
La mujer de Gerardo Correa, Cristina Gómez, expresa que lo que más ha herido a la familia son las «duras palabras» recogidas en el informe de conclusiones firmado por el alcalde de Castelserás, Óscar Soriano. «¡Nos acusan de mentirosos! ¡Dicen que estamos exagerando la gravedad de las secuelas!«, exclama con enfado. El Ayuntamiento pone en entredicho las graves secuelas de la víctima afirmando que Gerardo Correa «es visto por los vecinos conduciendo coches o motos» o que «a través de las redes sociales podía leerse el pasado mes de junio el agradecimiento que el Alcañiz Club de Fútbol le dedicó por su labor desinteresada durante los partidos», es decir, por recoger los balones. «No estoy mintiendo a nadie, me remito a las enfermedades recogidas en los informes médicos», subraya la mujer de la víctima.
Gómez señala que su marido no es una persona completamente inválida, ya que «se puede asear el mismo, vestirse y salir a la calle solo». Sin embargo, es necesario «estar siempre pendiente de él». «Le puedes mandar a hacer la compra, pero no va a traer nada de lo que le hayas pedido», cuenta Gómez. Tampoco «podrá volver a relacionarse como lo hacía antes» con sus familiares y amigos. Correa «se obsesiona mucho con algo» y para trasladar ese foco a otra cosa, la neuropsicóloga les recomendó tener un perro. «Le ayuda a seguir una rutina en vez de quedarse encerrado en su habitación. Todas las tardes sabe que a las 20.00 tiene que sacarle a pasear», explica Gómez. La familia intenta que se entretenga a lo largo del día porque «la vida es muy aburrida cuando pasas de todo a nada».
El Consistorio también siembra la duda de que algunas secuelas «pueden no tener su origen en el accidente, sino ser previas» al hacerse eco de varias patologías recogidas en el historial médico de Correa, ninguna relacionada con su capacidad de comprensión equiparable a la de un niño de 6 años ni a su espasticidad.
Paco dice
Es vergonzoso que el ayuntamiento no page la indennizacion, luego que cualquiera no page un IBI….
Sin palabras dice
la sinvergonzoneria, en política, se adquiere y practica desde abajo.
Como bien dice usted: no pagues el IBI y ya veremos….
David R dice
Muchas gracias publicar justo ahora esta noticia, el día antes de la Hoguera de San Sebastián. Seguro que va a beneficiar mucho a nuestro pequeño y humilde pueblo y atraerá un montón de visitantes y turistas a ver nuestra Monumental Hoguera, el orgullo de nuestra población y nuestro sello de identidad, declarada Bien de Interés Cultural por la espectacularidad y admiración que provoca en todos que la contemplan.
El doloroso y lamentable accidente que ocurrió ese año fue un hecho puntual en la historia de nuestra Hoguera celebrada desde tiempo inmemorial, esto debe quedar muy claro, y esta noticia, de la que se ha hablado mucho durante estos años, puede publicarse en otro momento…
Cualquier mal pensado podría intuir en esta noticia un cierto tufillo sensacionalista, al publicarlo ahora, pero no quiero pensar mal ya que la Comarca no es así… Opinen ustedes lectores.
Gracias.
Maria dice
Piensa mal y acertarás…
Un saludo y viva Castelserás.
Maria dice
Es una pena el accidente de este chico pero nadie le obligó a ponerse tan cerca es un riesgo que se corren cuando vas a los sitios a veces los toros se ven mejor desde la barrera
Jote dice
A quien se le ocurre plantar un chopo en medio de una plaza y prenderle fuego. a unos barbaros
José Antonio dice
pero para eso están los seguros y medidas de seguridad, el problema es que no había nada de eso, y ahora que ha ocurrido la desgracia ya se han puesto medios. Si antes se hacía todo bien, porque ahora se han puesto medidas de seguridad y se ha modificado el seguro del ayuntamiento?
Joaquín dice
si lee bien la noticia a la otra mujer la ha indemnizado el seguro
kiko dice
Habría que erradicar algunas tradiciones absurdas, que son un sin sentido en la actualidad.
Judio power dice
Eso, eso, y que quiten también la Navidad, que hay mucha gente que se emborracha y tiene accidentes de tráfico!!!