¿Cómo ha evolucionado la comunicación científica en las últimas cuatro décadas? Manuel Toharia y Enrique Coperías han explicado a través de la experiencia y las «batallitas» de su prolífica carrera profesional cómo ha cambiado la divulgación y también el periodismo. Han recomendado que para empezar en el periodismo científico se necesita «curiosidad por el mundo que te rodea«, el interés por lo que pasa a tu alrededor es crucial y es la meta de cualquier periodista científico, según ha destacado el divulgador científico y escritor Toharia, aún en activo a sus 80 años.
Ambos han coincidido -en el V Curso de Periodismo de Alcañiz– junto al moderador de la charla, Antonio Calvo Roy, miembro de la junta de la Asociación Española de Comunicación Científica, en que ahora el acceso a la información es mucho más sencillo y está al alcance de cualquiera tan solo con su móvil. También el teléfono permite divulgar sin depender de un medio de comunicación como se ha puesto de ejemplo en el curso con la charla sobre Youtube. Coperías, actualmente presidente de la asociación sin ánimo de lucro Elemento 21, ha explicado que cuando empezó para informarse de ciencia tuvo que «ligarse» a la bibliotecaria del Instituto de Química Física Rocasolano para que no subiera directamente a los departamentos las revistas científicas cuando llegaban y le dejara fotocopiarlas. «Además para los términos que no entendía, no podía ir a Google, lo más actualizado era la Enciclopedia Británica», ha destacado.
Ambos han destacado el importante papel de la revista Muy Interesante para acercar la divulgación científica a la sociedad. Coperías, fue su director entre 2015 y 2022; y Toharía, su impulsor antes de marcharse para fundar la revista Conocer, que intentó hacerle la competencia sin éxito. Muy Interesante llegó a ser la revista en español más leída en el mundo y la cuarta en España tan solo por detrás de las tres cabeceras del corazón (Pronto, Hola y Semana) con hasta 2,6 millones de lectores según el EGM. Nació trayendo a España un proyecto alemán que se inició tirando 60.000 ejemplares de los que tuvieron que ampliar porque se vendieron 100.000 ejemplares en cuatro días. Con los números el éxito fue a más.
En estas décadas también ha mejorado la relación entre científicos y periodistas; y, como ha destacado Roy, se hace también un periodismo científico crítico al igual que en otras áreas como la política o el deporte sin profesionales de la información «hooligans» de los científicos. Según Coperías, cuando comenzó la desconfianza de los científicos ante los periodistas era «total» porque, además, se publicaban «auténticas burradas» y se «tergiversaban» muchas cosas de las que se decían. A medida que el periodismo se especializó en ciencia la relación y lo que se publicaba cambió.
«Ahora estamos viviendo una época de oro. Los periodistas están realizando un gran trabajo y eso les permite trabajar de tú a tú con los científico», ha apuntado. Por su parte, Toharia ha apuntado que no en los pequeños medios pero sí en los generalistas hay cabida para el periodismo científico y que todos los ponentes que han pasado por el curso le han generado «una gran esperanza».
pensamiento único y comisarios de opinión, vamos bien….