Un grupo de voluntarios de Andorra van a proceder a la restauración del Cristo Crucificado de la iglesia parroquial de la localidad, que presenta problemas de deterioro y carcoma. La imagen, que lleva más de 50 años ubicada en el altar y que nunca se ha tocado, se someterá a un tratamiento de alrededor de dos meses de duración.
Para bajar el Cristo y poder realizar los trabajos cómodamente, se ha contado con la ayuda de la brigada municipal y sus medios (una grúa, andamios… ) esta pasada semana y serán voluntarios de la parroquia quien, de forma altruista, se encargarán de proceder a su tratamiento. La parroquia aportará el material. «La imagen tiene un problema de carcoma porque se contagió del resto de imágenes de la iglesia, que ya han sido tratadas. Fue un paso de Semana Santa el que trajo el problema. Ahora sólo falta la del Cristo para poder confirmar que estará eliminada la plaga», explica el párroco de la Villa Minera, David Julián Rojas, que subraya que cuando se sienta bajo la imagen le va cayendo el «polvillo» encima.
«El problema se está agravando cada día y era urgente acometer a su tratamiento. Se inyectará un producto,se forrará y entrará en cuarentena. Después se barnizará con un producto natural derivado de la miel para cuidar la pieza», define.
Abierta al culto
La iglesia parroquial de Andorra ya está abierta al culto, después de que se resolvieran los desprendimientos que produjo la borrasca Gloria en el mes de febrero. «Se cerró y se saneó la parte más afectada, que era el 20% del tejado, para poder reabrir el templo», recuerda el párroco.
Ahora se trabajará en el resto del tejado y en una fachada lateral que también sufrió daños. Para costear el arreglo se necesitan unos 10.000 euros y, para conseguirlos, la parroquia inició en junio un campaña para recaudarlos. Ya se han conseguido 8.000 euros.
Andrea dice
Los bienes artísticos deben ser restaurados por técnicos especializados. Ni las brigadas municipales deberían manipularlo, ni mucho menos “un grupo de voluntarios”. Chapuzas patrimoniales del siglo XVIII en pleno siglo XXI, como en el caso de Sijena o el Ecce Homo.
JMM dice
Que poco respeto por el arte y la historia y que desficio por robar museos de los vecinos.
ML dice
Siento informar a los responsables de la parroquia que con «inyectar un producto y forrar» la pieza no se soluciona el problema de la carcoma. Manipular una pieza afectada por xilófagos sin conocimientos puede ser contraproducente. Es lo que pasa cuando el trabajo de un restaurador de bienes culturales lo hacen aficionados o voluntarios.