«La divulgación científica me aburría. Hasta que llegó YouTube», confiesa José Luis Crespo. El ahora físico y divulgador científico fue uno de los tantos jóvenes que en su día vivió y se sumó al auge de una plataforma «que lo cambió todo». Y es que han pasado ya años desde que se demostró que la ciencia no solo puede encontrarse en los libros y las investigaciones y la aparición de esta aplicación fue clave en ese camino. Desde entonces todo el mundo sabe que esta no solo está también en la televisión, en los juegos, en los viejos y en nuestro día a día en general: esta, la ciencia, también puede encontrarse y -mucho mejor- puede entenderse a través de un breve vídeo de cinco minutos en internet.
«Siempre había consumido mucha divulgación científica, pero en libros, de forma muy conservadora. Me había cansado de ello hasta que comencé a ver vídeos de unos chavales ingleses que enseñaban ciencia en YouTube. Me voló la cabeza, nunca había visto divulgación como la que ellos hacían. YouTube abrió ese abanico de nuevos formatos que te permitía innovar y del que yo quería formar parte», recuerda Crespo.
Son momentos que recuerda ahora varios años después, durante su ponencia en el V Curso de Periodismo Especializado de Alcañiz, y cuando ya acumula más de tres millones de suscriptores en su canal de YouTube ‘Quantum Fracture’, uno de los más influyentes en materias de divulgación científica en el panorama actual. «Fue algo que empecé como un hobby y que con el tiempo entendí que podía ser mi profesión. Ahora se ha convertido en una productora audiovisual especializada en la que trabajan cuatro personas a tiempo completo«, expresó.
Durante esta intervención, Crespo dibujó todos esos primeros años en los que descubrió la plataforma mientras terminaba bachillerato y en los que posteriormente comenzó a subir sus primeros vídeos mientras ya estaba estudiando la carrera. Pero, ¿cuál es realmente la clave del éxito para lograr estudiar ciencia y poder vivir de ello divulgándola como youtuber años después? Simple, dice él: «encontrar siempre una nueva forma de contar las cosas». «La divulgación científica que nos han enseñado es demasiado conservadora. Las cosas que funcionan se cuentan siempre de la misma manera y eso puede llegar a aburrir. Los youtubers que conocí al principio siempre buscaban ese factor diferente, y desde entonces es lo que siempre hemos hecho también en ‘Quamtum Fracture‘», afirma Crespo.
Así, los vídeos del canal, de una duración de entre diez y quince minutos, siempre han ido un paso más allá sin salirse de lo cotidiano. Explicar el Big Bang con una botella de agua, formas de desviar un asteroide, cómo construir un ordenador cuántico o el traje de ‘Iron Man’ en la vida real son solo algunos de los temas que los han protagonizado y con los que tratan de traducir estas cuestiones científicas tan complejas en lenguaje más popular y conocido, aunque siempre con el rigor científico como principal requisito. «Para cada vídeo hay dos meses de preparación: guion, grabación, montaje, y posteriormente son revisados por expertos en la materia que hemos tratado. El proceso lleva más tiempo pero la gente lo entiende mejor y por eso los vídeos funcionan», añade.
El potencial de YouTube como plataforma de divulgación científica es una realidad. De hecho, Crespo, que formó parte del personal de divulgación del Instituto de Física Teórica de Madrid, participa de manera activa en ‘Cultube’, un evento anual donde se reúnen distintos creadores de contenido científico para visibilizar distintas formas de hacer divulgación en YouTube.
¿Qué retos quedan ahora?, se le podría preguntar ahora al divulgador. Uno de ellos probablemente es un objetivo en el que ya están trabajando: aumentar el público femenino de sus vídeos, el cual se sitúa en niveles bastante inferiores a los masculinos. «No sabemos exactamente a qué se debe. Es cierto que en los vídeos donde participan más o solo mujeres tienen más visualizaciones desde este sector. Por eso mismo trabajamos para que en nuestros vídeos siempre haya paridad», dice Crespo.
El siguiente reto, por su parte, no puede ser otro que «seguir contando la ciencia a través de los vídeos hasta que sea posible», algo para lo que también se han tenido que reinventar. ‘Quamtum Fracture‘ ya no es solo un canal de YouTube como hace años bastaba: ahora también realizan vídeos más cortos para TikTok e Instagram, trabajos para otros canales y también dedican el poco tiempo libre a un podcast, otro de los géneros que está en completo auge. «Si no estás en todas las redes sociales parece que no existas. Eso es lo que hacemos. Siempre es gratificante cuando vemos que nuestro contenido llega a varios puntos de la sociedad, desde pequeños a jóvenes y adultos. Demuestra que la ciencia sí importa y que esta puede contarse y entretener a través de vídeos como los nuestros», concluye.