El fin de semana largo con el puente de Todos los Santos está haciendo que el sufrimiento o la diversión que provoca Halloween -según se mire- se prolongue varios días. Aunque en la madrugada de este martes era el momento clave y señalado, ya desde el sábado andan vagando ánimas por calles y plazas. No obstante, algunas lo hacen a cubierto en túneles construidos a propósito con un doble fin: encauzarlas y disponer de un sitio al que acuda toda aquella persona que desee ser asustada. Al cierre de esta edición se seguía desarrollando la mayor de estas iniciativas que se celebran en el territorio como es la Fantasmada de Caspe.
Son decenas y decenas de personas voluntarias las que sacan adelante estas terroríficas ideas que cada vez tienen más adeptos, como se vio ya el fin de semana en pueblos del Matarraña o en Híjar y en La Puebla, entre otros. Este lunes seguía el terror en calles como las de Alcañiz, donde se repartieron caramelos de la mano de Alcañiz de Tiendas. Los niños fueron los protagonistas en todas las localidades y salieron con sus disfraces a las calles entonando el famoso «truco o trato» con el fin de conseguir la mayor cantidad posible de caramelos y golosinas.
Las noches fueron de los mayores, que tomaron el relevo con sus disfraces que lucieron hasta altas horas de la madrugada. Varios municipios han programado sesiones de cine específicas del género de miedo, otros han organizado talleres para preparar calabazas o concursos de decoración de las fachadas, que ya hacen hueco para Navidad.
ARAGONES dice
No podemos ser más tontos.
Jalogüin dice
Que pena más grande.