Los efectos de la borrasca Filomena, que dejó bonitas estampas este fin de semana en los pueblos de Andorra – Sierra de Arcos, provocaron este lunes que los alcaldes llamaran a la prudencia y alertaran a los vecinos de la peligrosidad del hielo en las calles y vías y del riesgo que conllevan los chupones que se han generado en los aleros de los tejados. La borrasca ha dejado espesores en esta zona de entre 45 y 50 centímetros que todavía persisten y todos los consistorios recomendaron no salir de casa si no es «estrictamente necesario».
Decenas de voluntarios han apoyado estos días a las brigadas y concejales en las tareas de limpieza y adecuación de accesos y, al menos hasta el lunes, no se habían registrado daños graves en ninguna de las localidades; ni personales -al margen de alguna caída- ni materiales. Los primeros ediles subrayaron la «excelente» labor de las máquinas quitanieves, que llegaron varias veces a los municipios.
En Andorra, este lunes continuaron las labores de acopio de nieve en puntos identificados para su posterior retirada en camiones y se echó sal por todas las calles. También concluyó la limpieza de las zonas de acceso a las últimas dos granjas que quedaban y se revisó el arbolado de la localidad para llevar a cabo las podas que sean necesarias.
El Ayuntamiento llevó a cabo un plan este fin de semana en el que trabajaron con turnos para cubrir las 24 horas del día los trabajadores de la brigada municipal, apoyados por voluntarios de Protección Civil, Policía Local y Guardia Civil. Se ha trabajado en los accesos a puntos como el Centro de Salud e incluso se ha facilitado el traslado de pacientes y personal. Este lunes por la tarde hubo una reunión para seguir coordinando acciones de retirada de nieve. Sólo el lunes se llenaron 30 camiones.
La de hielo es una preocupación de todos los pueblos de la comarca. «El domingo limpiamos todo lo que pudimos dentro del pueblo pero está todo helado y hay un riesgo gravísimo, no se puede ir a ningún sitio», destacó el alcalde de Estercuel, Joaquín Lahoz. En su pueblo, hay algunos pequeños cortes en el paquete de Televisión Española, probablemente por la afección de la nieve a alguna antena.
«Nosotros no hemos comenzado a limpiar las calles. Es más seguro andar por la nieve; la experiencia nos dice eso», apuntó María José Lecina, alcaldesa de Crivillén. Este lunes echaron sal y habilitaron el acceso a la tienda, a la farmacia y los lugares imprescindibles. En Alloza, Alacón, Gargallo y Oliete comenzaron también con las labores para hacer transitables las calles. En este último municipio se ha registrado daños en el olivar, con multitud de ramas en el suelo. «Cuando pase todo se detallarán las afecciones», subrayó el alcalde, Rogelio Villanueva.
La colaboración vecinal, el bien más valioso
Un equipo de voluntarios de más de 25 personas ha apoyado a los trabajadores del Ayuntamiento de Ariño estos días para combatir los efectos de Filomena. Con tractores y palas han habilitado los accesos a la residencia, a la panadería y a todos los espacios indispensables para garantizar las necesidades básicas de los vecinos.
Además, Samca ha mantenido limpia la pista que une la localidad con Andorra, lo que permitirá hoy la llegada de las primeras vacunas a la residencia. La colaboración vecinal es la tónica predominante en todos los pueblos del Bajo Aragón Histórico.
Rogelio Alquezar Serrano. dice
En Alacon no ha pasado ninguna máquina quitanieves, tenemos dos carreteras cortadas por la nieve.
Miguel dice
Pues he visto hoy en mi pueblo a dos de Alacon, habrán bajado volando
Rogelio Alquilar Serrano. dice
En tu pueblo cuantas entradas hay en el mio tres saca la cuenta
Yo dice
Pues ya tienes una para entrar y salir