Los alcañizanos Carlos Sábado y Antonio Bergua demostraron en 1988 que la práctica totalidad del trazado férreo de la vía de tren de La Puebla de Híjar a Tortosa, pasando por Alcañiz, estaba en perfecto estado. En un momento en el que se continuaba demandando la reapertura de un ferrocarril vertebrador para todo el Bajo Aragón Histórico, así como las vecinas Terra Alta y Baix Ebre, los dos bajoaragoneses reivindicaron a su manera la recuperación de este servicio que supuso un antes y un después para el territorio y cuyo cierre en 1973 condenó y relegó a la capital del Bajo Aragón, Alcañiz, a ser una de las pocas importantes ciudades de Aragón, histórica y geográficamente que actualmente no cuenta con este medio de transporte pese a contar con la infraestructura.

Gracias a un ingenioso sistema, Sábado y Bergua recorrieron la práctica totalidad de la vía. No sin obstáculos. En algunos momentos fue necesario instalar la rueda neumática a la Vespa. En otros puntos los desprendimientos, la maleza e incluso algún automóvil accidentado y abandonado en la vía, obligaron a hacer descarrilar al ciclomotor para ser empujado por aquellos dos jóvenes e intrépidos amantes del ferrocarril. «Asistimos, años después, con gran tristeza al desmantelamiento de los raíles y las traviesas. Éramos muy jóvenes y quisimos recorrer un ferrocarril en el que se destinaron muchos recursos, con infraestructuras colosales y que de la noche a la mañana se clausuró», explica Carlos Sábado.

Su hazaña quedó plasmada en una edición de la Revista Turolense y en un vídeo de varias horas de duración que posteriormente editaron y condensaron en poco más de 20 minutos. Allí puede apreciarse cómo en 1988 todavía se conservaba el majestuoso porche metálico de la Estación de Alcañiz, una de las pocas que en el siglo XIX ya contó con ferrocarril. También se puede observar el estado de estaciones como las de La Puebla de Híjar, Huerta de Samper, Valdealgorfa, Valjunquera, Valdeltormo, Torre del Compte, Valderrobres, Cretas, Arnes-Lledó, Horta de San Juan, Prat de Compte, Pinell de Bray, Aldover, Benifallet, Xerta, y finalmente un Talgo III entrando a Tortosa.
En marzo de 1990 se procedió al desmantelamiento de las vías lo que hizo ya, inalcanzable a corto y medio plazo, una reapertura de un ferrocarril que durante varias décadas fue vital para todo el Bajo Aragón Histórico. Algunos movimientos continúan reivindicando la construcción del ferrocarril, a la vez que se continúa demandando la A-68, que sigue sin ser, de igual modo, una realidad.
Magnifico, bravo. Maravillosa aventura y recuerdo.
No conocía este video, qué valor historico!
fue en su tiempo la unión de varias poblaciones interiores en que las carreteras de esos pueblos eran muy precarias.
el estado se anticipó demasiado pronto o quizás aún tendría que existir aviendo la infraestructura aún echa.
ahora derribar los pantanos y luego a llorar!!!
Con Santolea ya están ¿no?
En nada se ponen con Civán y luego Mequinenza
Bonito video. Gracias Carlos y Antonio. Buen trabajo, y saludos a Carlos y Antonio que nos leerá desde Alemania.
Qué recuerdos más bonitos!. Las veces que fui de pequeña a Tortosa con ese tren.