La sombra de las heladas de comienzos de abril es alargada sobre el campo bajoaragonés y un mes después de que los termómetros marcaran hasta los cinco grados negativos, se continúan cuantificando daños. Las pérdidas en la almendra se fijan en torno al 80% de la cosecha; en los frutales, en las fincas vigilan de cerca la evolución semanas después del frío. En casos como el melocotón, la cantidad que se salve finalmente será con toda probabilidad incluso menor de lo esperado los días inmediatos a la helada. La cereza por su parte, si no resultó ser de las frutas más perjudicadas hace un mes, sí lo está siendo ahora a causa de las incesantes lluvias de las últimas semanas. Cultivos como el albaricoque han quedado arrasados al 80 e incluso 100% según la zona.
Desde el sector reclaman a la administración sensibilidad y las herramientas precisas para hacer frente a una situación «excepcional». Ayudas directas de capital o la mejora de las condiciones de los seguros, son algunas de las peticiones; así como habilitar mecanismos para hacer frente a una reducción de mano de obra irremediable y evidente porque las campañas que suelen comenzar a finales de abril, se han retrasado. «Ahora deberíamos estar a tope con las labores de aclareo, y no hay nadie», dice Javier Nicolás, agricultor y alcalde de Chiprana, mientras observa una de sus fincas dedicada a la producción de albaricoque. Es una de las que ha quedado con producción nula. «Veremos de qué manera la administración es sensible porque está todo Aragón afectado y hay zonas muy dañadas como la vecina Fraga», añade el chipranesco, que acudirá como representante del Bajo Aragón Histórico a una reunión prevista para el martes entre la consejería de Agricultura y la Federación Aragonesa de Cooperativas Agrarias (FACA), entre otras.
Este jueves se dieron a conocer las cifras que extrae Agroseguro tras la evaluación perital. La segunda estimación de la entidad aseguradora eleva a 78 millones (70 de los cuales es de frutales) las indemnizaciones por daños en Aragón, casi el doble de los 42 millones calculados en una previsión inicial realizada apenas 72 horas después de que un frente ártico desplomara las temperaturas nocturnas. Aragón se convierte así, con 19.681 hectáreas afectadas hasta las fecha, en la comunidad más afectada -solo superada por Cataluña- por este siniestro, «el más grave de la historia del seguro agrario en España», señalan desde Agroseguro, que eleva la estimación de daños en el conjunto del país a los 244 millones de euros. De estas hectáreas, 1.762 corresponden a la zona de Caspe.
En el territorio invitan a remontarse «40 ó 50 años» para tener conciencia de una «helada tan grave» debido a las bajas temperaturas que se prolongaron durante horas. Esto resultó letal en el caso de las almendras, un tipo de cultivo en el que apenas hay asegurados. Mientras que en frutales el índice de aseguramiento está en torno a un 70-80%, en almendro tan apenas. «Se está asegurando entre un 3 y un 5% de la superficie total, algo insignificante porque no resultan atractivos para el agricultor, no son viables y cambiar esto es una de las reivindicaciones de siempre», dice David Andreu, que además de agricultor, el de Valdealgorfa es secretario provincial de UAGA-Teruel.
Romper una economía
Ayuntamientos y comarcas se suman a las peticiones del sector para elevar a la administración las reivindicaciones. «Las heladas van a tener más repercusión aún porque habrá una reducción de mano de obra del 50% e incluso del 70% en algunos casos», dice la alcaldesa de Caspe, Pilar Mustieles, que asegura que es ahora lo que más preocupa como ayuntamiento. «Tanto contrataciones de campaña como personal habitual se verá afectado; hay gente que tiene que hacer frente a inversiones, pagos… Una situación así rompe una economía», dice.
En encajar al personal de campo y almacén están trabajando en estos días en La Calandina, donde la almendra será «prácticamente nula» y de melocotón estiman que quede un 30%. En principio contarán con los habituales que viajan desde Rumanía para embolsar y con los que están por la zona pero está por ver de qué manera. «Hacíamos jornadas de 8 horas y si hay menos de la mitad de producto, o cuentas con menos gente para dar turno completo de 8 horas, o cuentas con toda la gente que había y que hagan menos horas», se sincera el gerente, Antonio Cerdán. En los próximos días una vez vista la evolución del fruto, «afinarán» en el número de trabajadores que necesitarán. Una situación que comparten en el resto de áreas de cultivo del melocotón. «Esperemos que la reducción de personal sea mínima pero la ecuación es clara: a menos producción, menos mano de obra. Estamos expectantes a los próximos días respecto al campo y a posibles medidas», apunta Samuel Sancho, presidente del CRDO Melocotón de Calanda.

David Andreu: «La mejor ayuda para poder paliar pérdidas sería una inyección de capital directa»
Desde UAGA consideran que la mejor manera que va a tener el sector de paliar las pérdidas, es recibiendo una inyección de capital directa de la administración. «Es lo más eficaz», dice categórico el secretario provincial en Teruel, David Andreu. Además, de «revisar y actualizar los seguros de una vez, especialmente en almendro porque están obsoletos por completo, ERTE, o la condonación de todos los pagos a la Seguridad Social durante un año, e incluso préstamos blandos, que aunque no son lo ideal el sector tiene sus deudas».
Este golpe climático llega en un año con unos costes muy elevados en mantenimiento, solo ya en carburantes. Las comarcas más productivas en almendra son Bajo Aragón, Caspe y Maella, Matarraña, Andorra, además de lo poco que hay en el Bajo Martín. «El problema se extiende porque todo el arco Mediterráneo, que es el máximo productor de almendra en España, está afectado y ya nos comentaba un industrial, que para tener la almendra para turrones y campaña van a tener que buscarse la vida por otros países, en especial en América». A nivel de mercados, la situación política internacional terminará por repercutir en cuanto comience la campaña igual que se está apreciando ya a nivel de costes.

Nicolás: «Es un mazazo también a nivel de empleo y este sector no está para más parches»
En el frutal de la cuenca del Ebro del Bajo Aragón Caspe, el albaricoque, seguido de paraguayos, ciruelas, cerezas y melocotones son los productos más dañados. Y no está todo dicho porque durante este mes se analiza de cerca cómo será la maduración de lo que queda.
Ahora hay que ver si se dan circunstancias derivadas del frío y las oscilaciones de temperaturas de los últimos días tampoco ayuda. «Veremos cómo se va quedando fruta atrás. Puede darse que el fruto no madure de forma homogénea, que madure rápido, que blandee… Ha sido un mazazo y en todos los sentidos, tanto a nivel de agricultor, autónomos y empresas, como a nivel de los sectores y servicios que derivan de la agricultura y horticultura», dice el agricultor y alcalde de Chiprana, Javier Nicolás. «Se va a necesitar mucha menos mano de obra y se va a ver lastrado un sector muy importante y motor de desarrollo en toda la comarca», añade.
Para Nicolás, «el sector no está para más parches que hagan la bola más grande» y aboga por fórmulas de ayuda directas vía PAC; por incidir en la mejora y actualización de los seguros agrarios y por la exención de pagos de líneas abiertas de campañas atrás, además de mecanismos como los ERTE para mitigar las consecuencias laborales.
No es malo del todo, al menos a los que no nos ha afectado nos subirá el precio que lleva años estancado.
Un comentario,con un poco de mala leche.
No le parece, hay agricultores y familias muy afectadas.
Hagaselo mirar hombre, sea mas educado.
Monseñor Richeliu Debería volver a ver D´Artagnan y los tres mosqueperros, dado que veo que vive en un mundo de fantasía.
No a mi creo que me irá bien yo tengo buena cosecha a la vista sobre todo en marcona. Y a poco que escasee el mercado a subir el precio.